Un ángel de la guarda

Llevaba bastante tiempo viendo en Filmaffinity que la nota media de Starbuck no bajaba del 6'8, una cifra que para tratarse de una comedia dice mucho a su favor. Las críticas también eran buenas y a pesar de que en España no se le ha dado mucha bola, no dudé en mencionarla cuando mis padres tenían la intención de ir al cine y me preguntaron sobre la cartelera. Me hicieron caso y me confirmaron que se trata de una película muy recomendable. Cinco días después soy yo el que puedo asegurar que Starbuck merece a pena. 

No se trata de la típica comedia de risa facilona, ya que su humor se basa en gran medida en los diálogos. Aunque su gran virtud es la originalidad: un hombre cuya vida es un desastre se entera de que es el padre biológico de 533 hijos como consecuencia de sus donaciones de semen en su juventud y 142 de ellos quieren conocerle. A ello hay que añadir una grandísima interpretación de Patrick Huard, cuyo personaje evoluciona a pasos agigantados hasta crear una gran empatía con el espectador.

Starbuck no sólo es una película divertida y entretenida, también hay lugar para el drama y para plantear cuestiones complejas como las políticas de privacidad de las clínicas de donación de semen. Pero el tema central es la paternidad y sus obligaciones, mucho más cuando de la noche a la mañana eres padre de 533 adolescentes, cada uno de ellos con una personalidad y gustos opuestos: deportistas profesionales, homosexuales, aspirantes a actor, drogadictos, músicos... Incluso los hay con discapacidades. ¿Cómo ser un buen padre para todos ellos? Estando ahí, siendo una especie de ángel de la guarda. Ése es el principal mensaje de una película que yo me daría prisa en ir a ver porque por cuestiones de marketing no creo que dure mucho en las salas españolas.



(Título: Starbuck; Director: Ken Scott; Reparto: Patrick Huard, Julie LeBreton, Antoine Bertrand, Dominic Philie, Marc Bélanger, Igor Ovadis, Patrick Martin, David Michael, David Giguère y Sarah-Jeanne Labrosse; Género: Comedia; Premios: Mejor actor en el Festival de Valladolid-Seminci a Patrick Huard y Premio Pilar Miró a Ken Scott como mejor director novel; Puntuación: 7)

Historia de los Juegos Olímpicos: Atenas 2004

Atenas volvió a organizar unos Juegos Olímpicos en 2004, aunque los retrasos en la construcción de las sedes y la misma concepción del evento fue un motivo de inquietud constante para el COI. Finalmente, el presupuesto se disparó enormemente, siendo uno de los factores que influyó en la posterior crisis económica de Grecia. Otros dos problemas surgieron días antes de la inauguración: se encontró una gran cantidad de explosivos plásticos y los atletas griegos Konstantinos Kenteris y Ekaterini Thanou fueron expulsados por no haber pasado un control antidopaje a pesar de alegar que se habían ausentado como consecuencia de un accidente de moto.

Athens Olympic Stadium.

Atena y Febo fueron las mascotas.
Los Juegos Olímpico de Atenas 2004 se celebraron del 13 al 29 de agosto, tomando parte en ellos 10.625 deportistas de 201 países que compitieron en 28 deportes diferentes. Las mascotas fueron Atena y Febo, llamadas así en honor a los dioses Ateneo y Apolo, antiguos protectores de la ciudad. Asimismo, el símbolo del evento fue la corona de laurel con la que se coronaba a los campeones en la Antigua Grecia y por ese mismo motivo se impuso una corona semejante a cada medallista. Además, se estableció un nexo de unión entre los Juegos Antiguos y Modernos, ya que las pruebas de peso se celebraron en el recinto de Olimpia y la llegada de la maratón tuvo lugar en el Estadio Panathinaiko.

Vanderlei de Lima, en el
momento del ataque.
Fue precisamente en la maratón donde se produjo una de las imágenes que quedarán para la historia de los Juegos Olímpicos. Cuando el brasileño Vanderlei de Lima dominaba la prueba a falta de diez kilómetros, fue atacado por el sacerdote irlandés Cornelius Horan. El atleta logró reponerse y salvar la medalla de bronce. El oro fue para el italiano Stefano Baldini, mientras que en féminas, la británica Paula Radcliffe, gran favorita a la victoria, tuvo que abandonar por el esfuerzo. 

Justin Gatlin.
Yuliya Nesterenko.

Paquillo Fernández.
El estadounidense Justin Gatlin y la bielorrusa Yuliya Nesterenko ganaron la prueba reina de la velocidad, pero el triunfo de Veronica Campbell en los 200 metros ya anunciaba el futuro dominio jamaicano. La británica Kelly Holmes hizo doblete en 800 y 1.500 metros y el marroquí El Guerrouj en los 1.500 y 5.000 metros, al igual que el finlandés Paavo Nurmi en 1924. El chino Liu Xang logró el primer oro de China en atletismo al imponerse en los 110 vallas y la griega Fani Halkia regresó a la competición tras retirarse para ganar en los 400 vallas. El español Paquillo Fernández fue plata en marcha y Joan Lino consiguió el bronce en longitud. La rusa Yelena Isinbáyeva conquistó su primer título olímpico en pértiga.

El Guerrouj.
Yelena Isinbáyeva.

En gimnasia no hubo ningún dominador claro. Los estadounidenses Paul Hamm y Carly Patterson ganaron el concurso completo, Rumanía conquistó el oro por equipos femenino y tres otros por aparatos y el español Gervasio Deferr revalidó su título en salto unos minutos antes de que Patricia Moreno consiguiera el bronce en suelo. Pero la anécdota de los Juegos la protagonizó el ruso Alexei Nemov, ganador de 12 medallas olímpicas en las dos anteriores ediciones. Ya en la cuesta abajo de su carrera, tenía muy pocas opciones de ganar en barra fija, pero clavó su ejercicio y los espectadores lo vitorearon. Los jueces, en cambio, le dieron una nota que le dejaba fuera de las medallas, por lo que el público estuvo protestando durante seis minutos. Los jueces elevaron mínimamente la nota para calmar los ánimos, lo que encolerizó más a la grada. Tuvo que ser el propio Nemov el que les agradeciera el apoyo y les pidiera silencio para que el resto de gimnastas pudieran realizar sus ejercicios. Este hecho provocó que se cambiaran los sistemas de puntuación en gimnasia.

Aaron Peirsol.
Jenny Thompson.

Natalie Coughlin.
El estadounidense Michael Phelps fue la gran estrella de la piscina con seis oros y dos platas, quedándose a un paso del récord de Spitz que batiría cuatro años después. Su compatriota Aaron Peirsol fue otra de las figuras destacadas con el oro en los 100 y 200 espalda y en los 4x100 estilos, mientras que en féminas deslumbró la también estadounidense Natalie Coughlin con dos oros, dos platas y un bronce. Otros dos nadadores de Estados Unidos dijeron adiós a los Juegos Olímpicos con nuevas medallas: Jenny Thompson, una de las mejores relevistas de la historia, puso fin a su carrera con ocho oros, tres platas y un bronce, mientras que Gary Hall Jr. se despidió con su quinto oro, además de tener en su currículum tres platas y dos bronces. 

Elisabeta Lipă.
Birgit Fischer.

Chile fue el gran dominador en tenis gracias a Nicolás Massú y Fernando González y Argentina conquistó los torneos masculinos de fútbol y baloncesto. La rumana Elisabeta Lipă puso fin a su carrera olímpica con su quinto oro en remo, mientras que la alemana Birgit Fischer hizo lo propio en piragüismo con su octavo título y su cuarta plata, convirtiéndose en la primera mujer en ganar el oro en seis ediciones diferentes y ganar el primero y el último con 24 años de diferencia, además de ser la primera deportista, ya sea hombre o mujer, en lograr dos o más medallas en cinco ediciones diferentes.

Iker Martínez y Xabi Fernández.

David Cal.
España logró un botín de 19 metales: tres de oro, once de plata y cinco de bronce. Tras la sequía de Sydney, la vela volvió a aliarse con la delegación española y Xabi Fernández e Iker Martínez lograron el oro en 49er, mientras que Rafael Trujillo, en finn, y Natalia Vía Dufresne y Sandra Azón, en 470, consiguieron la plata. David Cal ganó un oro y una plata en piragüismo, María Quintanal la plata en tiro, Javier Bosma y Pablo Herrera la plata en voley playa, Conchita Martínez y Vivi Ruano la plata en tenis, José Antonio Hermida la plata en mountain bike y Rafael Soto, Juan Antonio Jiménez. Ignacio Rambla y Beatriz Ferrer Salat la plata en doma por equipos. Esta última también ganó un bronce en doma individual, mientras que el ciclismo en pista fue el deporte que más alegrías nos dio: platas de Joan Llaneras en puntuación y de José Antonio Escuredo en keirin y bronces de Sergi Escobar en persecución individual y de este último, Carlos Castaño, Asier Maeztu y Carlos Torrent en persecución por equipos.

Moda del pasado

No recuerdo si tendría 14 ó 15 años cuando fui al cine a ver Men in Black, aunque sí que puedo asegurar que la vi en el desaparecido Cine Coliseo de Zaragoza y que me acompañaba mi primo Nacho. La elección fue más que sencilla: la película prometía por sus efectos especiales, Will Smith venía de triunfar y arrasar en taquilla con otra de extraterrestres -Independence Day- y Tommy Lee Jones estaba en la cresta de la ola tras El Fufitivo, El Cliente y Asesinos Natos. No hubo decepción posible ante un mundo totalmente asombroso: el traje negro, las gafas de sol, el aparato que borra la memoria, armas altamente destructivas del tamaño de un móvil, coches que pueden subirse al techo y a las paredes, extraterrestres por todas partes y de todos los tamaños (algunos de ellos famosos), la química existente entre los dos protagonistas a pesar de tener personalidades totalmente opuestas, chistes que funcionan y mucha acción. Cada escena sorprendía.

Quince años después aparece Men in Black 3 y ya nada sorprende, no hay nada nuevo, quizás la aparición del agente K de joven, interpretado magistralmente por Josh Brolin, cuya química con Will Smith recuerda a la de la primera entrega. También hay que destacar un gran uso del 3-D, la ambientación de los años sesenta y las referencias a esta década, posiblemente lo más gracioso de la película, ya que a pesar de que es mejor que la segunda, no todos los chistes funcionan. En definitiva, nos encontramos con una historia entretenida, llena de acción, con pequeñas dosis de comedia, un guión algo confuso y un Tommy Lee Jones que pide a gritos su jubilación como Hombre de Negro. Una película que se deja ver, pero que se encuentra a años luz del impacto de la primera entrega.

Sería conveniente que la industria de Hollywood se diera cuenta de que las terceras partes casi nunca fueron buenas. La Última Cruzada o El Retorno del Rey son excepciones nada comunes. Y ya si nos vamos a terceras entregas en las que ha pasado más de una década desde la creación de sus antecesoras, es posible que el único ejemplo positivo sea Toy Story 3. Así se explica más fácilmente que Men in Black 3 la encontremos fuera de su tiempo y no por el hecho de que Will Smith viaje a los años sesenta dentro de la historia, sino por el hecho de que los trajes de negro ya están pasados de moda.



(Título: Men in Black 3; Director: Barry Sonnenfeld; Reparto: Will Smith, Josh Brolin, Tommy Lee Jones, Alice Eve, Michael Stuhlbarg, Emma Thompson, Bill Hader, Jemaine Clement, Rip Torn y Nicole Scherzinger; Género: Ciencia ficción; Valoración: 6)

Historia de los Juegos Olímpicos: Sydney 2000

Sydney jugó la baza de la ecología para ser designada sede de los Juegos Olímpicos en el año 2000. El uso de las energías renovables, el reciclaje y el ahorro de recursos naturales fueron una constante durante todo el evento, así como una organización muy cuidada. Hasta 10.651 deportistas de 199 países compitieron en 28 deportes diferentes desde el 15 de septiembre al 1 de octubre. La principal novedad fue que por primera vez en la historia las dos Coreas participaron bajo la misma bandera. Además, el COI excluyó a Afganistán por la instauración de un régimen talibán.

Olly, Syd y Millie fueron las mascotas de Sydney 2000.

Estadio Olímpico de Sydney.
Estos fueron los últimos Juegos Olímpicos que tuvieron a Juan Antonio Samaranch como presidente del COI, que además tuvo que abandonar Sydney durante cuatro días por el fallecimiento de su esposa, motivo por el que la bandera olímpica ondeó a media asta. La atleta australiana Cathy Freeman se convirtió en la primera nativa en encender la llama olímpica. Días más tarde ganó el oro en los 400 metros y reivindicó los derechos de los aborígenes australianos, raza a la que pertenecía.

Robert Korzeniowski.
Maurice Green.

La estadounidense Marion Jones fue una de las estrellas de Sydney 2000 al conquistar el oro en los 100, 200 y 4x400 metros y el bronce en longitud y los 4x100 metros. Sin embargo, años después confesó que se había dopado y se le retiraron todas las medallas. Su compatriota Michael Johnson se hizo con la victoria en los 400 y 4x400 metros, mientras que el polaco Robert Korzeniowski se impuso en las dos pruebas de marcha. El norteamericano Maurice Green encontró la gloria en los 100 metros, el keniata Noah Ngeny dejó sin el título olímpico de 1.500 al marroquí El Guerrouj y el etíope Haile Gebrselassie revalidó el suyo en los 10.000 metros batiendo en los últimos metros al keniata Tergat. 

Haile Gebrselassie.
María Vasco.

El cubano Iván Pedroso batió a todos sus rivales en longitud y la mozambiqueña Mutola completaba su palmarés con un oro olímpico en 800 metros. La española María Vasco se convirtió en la primera medallista olímpica española en atletismo al ganar el bronce en marcha y la velocista jamaicana Marlene Ottey ponía fin a su carrera con su octava mellada olímpica, aunque ninguna de ellas fue de oro.

Ian Thorpe.
Inge de Bruijn.

El nadador australiano Ian Thorpe fue el gran héroe local de los Juegos Olímpicos al lograr tres oros. La holandesa Inge de Bruijn se hizo con tres oros y una plata y la española de origen ruso Nina Zhivanevskaya consiguió un bronce, pero la imagen de Sydney 2000 no fue ningún campeón, sino un nadado de origen guineano que representó a la perfección el espíritu de superación tan característico en el deporte. Éric Moussambani, que había obtenido una de las plazas por invitación a países en vías de desarrollo, aprendió a nadar ocho meses antes de Sydney 2000 y veía por primera vez una piscina olímpica. Sus otros dos competidores en la carrera de 100 libres fueron eliminados por adelantarse en la salida y se quedó solo. No importó, se tiró al agua y a su ritmo fue completando la distancia. Los últimos 15 metros se le hicieron eternos, pero el público asistente, consciente de lo que estaba presenciando, le animó sin cesar hasta que tocó la pared de la piscina y paró el crono en 1 minuto y 52 segundos, el doble de tiempo que la plusmarca mundial.

Gervasio Deferr.

En gimnasia, el ruso Alexei Nemov volvió a ser el gran dominador en categoría masculina, mientras que en féminas la gran protagonista fue la rumana Andreea Răducan, que ganó el oro en el concurso completo y después fue desposeída de su medalla por dar positivo por pseudoefedrina. El COI dejó claro que esta sustancia no la había ingerido con intención de doparse, sino por el hecho de ser uno de los compuestos de un jarabe que le habían suministrado para recuperarse de un catarro. Por ese mismo motivo no se le retiraron el resto de medallas conseguidas. Por su parte, el español Gervasio Deferr era el favorito para el ejercicio de suelo, pero falló y se quitó la espinita conquistando el título en salto.

Van Moorsel.
Joan Llaneras.

La ciclista local Van Moorsel fue la reina del velódromo con tres oros, mientras que el español Joan Llaneras iniciaba su palmarés olímpico con el título en la carrera de puntuación. Margarita Fullana, en mountain bike, se hizo con el bronce y contribuyó de esta manera a la cosecha de once medallas -tres oros, tres platas y cinco bronces- que se trajo la delegación española. El resto de bronces fueron para Álex Corretja y Albert Costa en tenis y el equipo masculino de balonmano.

Gabriel Esparza.
Isabel Fernández.

Las platas fueron para Gabriel Esparza en taekwondo, Rafael Lozano en boxeo y la selección masculina de fútbol, que perdió la final por penaltis contra Camerún tras ir ganando 2-0 y disponer de una pena máxima para ampliar su ventaja que Angulo erró. En aquel equipo había jugadores como Xavi o Puyol que diez años más tarde se proclamarían campeones del mundo. El oro restante fue para Isabel Fernández en judo.

Selección española de fútbol.

El Real Zaragoza de Agapito Iglesias

El Real Zaragoza de toda la vida no habría vivido tres años en el alambre. El Real Zaragoza de toda la vida no habría sido eliminado cinco años consecutivos en la primera ronda de la Copa del Rey. El Real Zaragoza de toda la vida nunca habría celebrado un ascenso o una permanencia. El Real Zaragoza de toda la vida no habría tenido en su plantilla a varios de los jugadores que han pasado por el vestuario estos últimos años. El Real Zaragoza de toda la vida no dejaría de pagar a sus empleados. El Real Zaragoza de toda la vida nunca se crearía enemistades con otros clubes. El Real Zaragoza de toda la vida nunca sería visto como el patito feo del fútbol español. El Real Zaragoza de toda la vida nunca sería la opción menos apetecible para un futbolista. El Real Zaragoza de toda la vida habría renovado en un máximo de tres días al entrenador que ha hecho posible un milagro. Del Real Zaragoza de toda la vida nunca se habría ido Lafita. En el Real Zaragoza de toda la vida podríamos haber disfrutado alguna temporada más de la calidad de Ander. El Real Zaragoza de toda la vida nunca habría permitido que un entrenador le abriera la puerta a un canterano y capitán como Zapater. El Real Zaragoza de toda la vida ya habría confirmado que Laguardia pertenecerá a la primera plantilla el año que viene. El Real Zaragoza de toda la vida se portaría mucho mejor con Goni o Kevin. El Real Zaragoza de toda la vida compensaría de alguna manera a sus abonados. El Real Zaragoza de toda la vida escucharía a la afición. En el Real Zaragoza de Agapito Iglesias todo es diferente.

Historia de los Juegos Olímpicos: Atlanta 1996

La elección de Atlanta como sede de los Juegos Olímpicos no estuvo exenta de polémica. En 1996 se cumplían cien años de la primera edición de la era moderna y Atenas había presentado su candidatura para poder celebrar aquel centenario en el lugar que los vio nacer, tanto los de la Grecia Antigua como los creados por Pierre de Coubertin. Varios miembros del COI temían que las obras no terminaran a tiempo en la capital griega y optaron por Atlanta, que finalmente se llevó la votación. Días después, Melina Mercouri, ministra de cultura griega, llegó a afirmar que "la Coca-Cola había vencido al Partenón", ya que la sede de la multinacional del refresco se encuentra en la ciudad estadounidense.

Centennial Olympic Stadium.
Los resultados organizativos no justificaron la elección del COI. Atlanta 1996 no usó dinero público para financiar los Juegos, sino que lo hizo mediante venta de entradas, publicidad, patrocinios e inversiones privadas. De hecho, hubo críticas por un excesivo comercialismo y los recortes acabaron afectando a aspectos fundamentales: los problemas de transporte fueron constantes, los sistemas informáticos fueron deficientes, los voluntarios habían recibido escasa formación y la seguridad tuvo evidentes lagunas. Una prueba de ello fue la bomba que estalló en el Parque Olímpico y que causó dos víctimas mortales y más de un centenar de heridos. El atentando no fue reivindicado y a fecha de hoy no se ha descubierto a sus responsables. 

Logo de Atlanta 1996.
Izzy fue la mascota.

Los Juegos Olímpicos se celebraron en Atlanta del 19 de julio al 4 de agosto y en ellos tomaron parte 10.320 deportistas de 197 países que compitieron en 26 deportes diferentes. Por primera vez en la historia todas las naciones que en aquel momento integraban el COI participaron en la cita olímpica. Además, aquellos estados que en Barcelona 1992 formaron el Equipo Unificado, ahora representarían a cada uno de sus países, incluida Rusia. Este hecho, unido a su condición de anfitrión, propició que Estados Unidos recuperara su dominio en el medallero.

Miguel Induráin y Abraham Olano.

En Atlanta 1996 hicieron su debut algunos deportes como el sóftbol o el voley playa y algunas modalidades como el fútbol y el remo femenino, pero la principal novedad fue la participación de ciclistas profesionales. Este hecho propició que el pentacampeón del Tour de Francia Miguel Induráin se impusiera en la prueba de contrarreloj y fuera escoltado en el segundo peldaño del pódium por su compatriota Abraham Olano, logrando hasta la fecha el único doblete del deporte español en unos Juegos Olímpicos. El oro en la prueba en ruta fue para el suizo Pascal Richard.

Equipo español de gimnasia rítmica.

Alexei Nemov.
Una de las modalidades que debutaba en unos Juegos Olímpicos fue la gimnasia rítmica por equipos, donde España sorprendió a propios y extraños y se hizo con un oro histórico. Aquel equipo estaba compuesto por Estela Giménez, Marta Baldó, Nuria Cabanillas, Lorena Guréndez, Estíbaliz Martínez y Tania Lamarca. En gimnasia artística, la ucraniana Lilia Podkopayeva fue la gran triunfadora en féminas, mientras que en hombres la gloria se repartió entre dos gimnastas: el chino Li Xiaoshuang, ganador del concurso completo, y el ruso Alexei Nemov, que logró dos oros, una plata y tres bronces. El español Jesús Carballo era el principal favorito para imponerse en el concurso de barra fija, pero una inesperada caída le privó de la gloria olímpica.

Donovan Bailey.
Michael Johnson.

En atletismo, el estadounidense Carl Lewis se despedía de los Juegos Olímpicos con su cuarto título consecutivo en salto de longitud. El Hijo del Viento logró nueve oros y una plata en sus cuatro participaciones en unos Juegos Olímpicos. Por otra parte, el canadiense Donovan Bailey batió el récord del mundo en los 100 metros lisos y se convirtió en el hombre más rápido del planeta. Una afirmación que le discutió el estadounidense Michael Johnson al ganar los 200 y 400 metros, con récord del mundo en la primera de esas pruebas. Ese mismo doblete también lo logró la francesa Marie-Jose Perec. El español Fermín Cacho no pudo revalidar su título en 1.500 metros y se tuvo que conformar con la plata, mientras que Valentín Massana se sacó la espina de Barcelona 1992, eliminado cuando ya rozaba la medalla, y conquistó el bronce en los 50 Km. marcha.

Marie-Jose Perec.
Valentín Massana.

La vela y el judo volvieron a contribuir enormemente en la cosecha de 17 medallas (5 oros, 6 platas y 6 bronces) que se trajo la delegación española. El judoca Ernesto Pérez Lobo se hizo con la plata, mientras que Isabel Fernández y Yolanda Soler lograron la medalla de bronce. Los regatistas Fernando León y Luis Ballester, en tornado, y Theresa Zabell y Begoña Vía Dufresne, en 470, subieron a lo más alto del pódium. Además, el boxeador Rafael Lozano fue bronce en peso semimosca.

La selección española de hockey hierba.

Los deportes de equipo fueron otro de los puntos fuertes de la delegación española. La selección de hockey masculino recuperó su estatus internacional y fue plata, mientras que el balonmano ratificó su gran papel en el Europeo con un bronce. Aquella selección estaba formada por Talant Duyshebaev, Salvador Esquer, Aitor Etxaburu, Jesús Fernández, Jaume Font, Mateo Garralda, Raúl González, Rafael Guijosa, Fernando Hernández, José Javier Hombrados, Demetrio Lozano, Jordi Núñez, Jesús Olalla, Juan Pérez, Iñaki Urdangarín y Alberto Urdiales.

La selección española de waterpolo.

Pero si había alguna selección que merecía el oro, ésa era la de waterpolo. Plata en Barcelona 1992 tras dos prórrogas, llegó a Atlanta con el título olímpico como único objetivo y lo consiguió tras derrotar a Croacia en la final. Los integrantes de aquel extraordinario equipo fueron Josep María Abarca, Ángel Andreo, Daniel Ballart, Pedro Francisco García, Salvador Gómez, Manuel Estiarte, Iván Moro, Miguel Ángel Oca, Jorge Payá, Sergi Pedrerol, Jesús Rollán, Jordi Sans y Carles Sans. Por su parte, Cuba ganó el torneo de béisbol en territorio estadounidense, Estados Unidos dominó por completo el baloncesto y una sorprende Nigeria derrotó a Brasil y Argentina en fútbol y se hizo con la medalla de oro.

Amy Van Dyken.
La reina de la piscina fue la estadounidense Amy Van Dyken con cuatro oros, mientras que el ruso Alexander Popov, su compatriota Denís Pankrátov, el australiano Danyon Loader y el sudafricano Penny Heyns lograron dos oros cada uno. También cabe destacar la actuación de la irlandesa Michelle Smith, aunque sobre sus tres medallas de oro y una de bronce siempre recaerá la sospecha del dopaje. En hípica, la alemana Isabell Werth se consolidó como una de las mejores jinetes de la historia con dos oros. Una vez finalizados los Juegos de Pekín 2008, su currículum reflejaba cuatro medallas de oro y tres de plata.

Sergi Bruguera y Andre Agassi.

El norteamericano Andre Agassi se convirtió en el primer tenista masculino en ganar los cuatro grandes y el oro olímpico, igualando el palmarés de su actual esposa Steffi Graf. En la final derrotó al español Sergi Bruguera. Lo mismo sucedió en la final femenina, donde la estadounidense Lindsay Davenport derrotó a Arantxa Sánchez Vicario, que también logró el bronce en dobles junto a Conchita Martínez.

Historia de los Juegos Olímpicos: Barcelona 1992

La elección de Juan Antonio Samaranch como presidente del COI en 1980 otorgó una oportunidad de oro a Barcelona para ser elegida sede de unos Juegos Olímpicos. El 17 de octubre de 1986, en la ciudad de Lausana, el sueño se hizo realidad. España se iba a convertir en el centro del universo en 1992 con la celebración del quinto aniversario del descubrimiento de América, la Exposición Universal de Sevilla, la capitalidad europea de la cultura de Madrid y los Juegos Olímpicos de Barcelona, que también dejaron como subsedes a Valencia y Zaragoza (fútbol), Lleida (piragüismo), Girona (remo) y varias localidades próximas a la Ciudad Condal.

Estadio Olímpico de Montjuïc.
Los dos principales problemas una vez elegida sede de los Juegos fueron el retraso en las obras y el terrorismo. Finalmente, todas las instalaciones estuvieron a punto para la inauguración y no hubo que lamentar ningún atentado durante la cita olímpica. De hecho, el propio Juan Antonio Samaranch calificó a Barcelona 1992 como los mejores Juegos Olímpicos de la historia hasta la fecha. Esta afirmación se basó en diferentes hechos, como por ejemplo en el legado que dejó el evento a la ciudad, que se abrió al mar, se modernizó, amplió su aeropuerto y su oferta hotelera, contó con nuevas instalaciones deportivas como el Palau San Jordi y el Puerto Olímpico y reconstruyó otras como el Estadio Olímpico de Montjuïc.

El príncipe Felipe fue el abanderado español.

El éxito de Barcelona 1992 también tuvo que ver con el fin de los boicots tras la caída del Muro de Berlín. Alemania volvió a competir en un equipo unificado, las repúblicas bálticas, Letonia, Lituania y Estonia, lo hicieron por primera vez como países independientes desde 1936 y las repúblicas pertenencientes a la Unión Soviética compitieron bajo la bandera olímpica y bajo el nombre de Equipo Unificado. Los deportistas yugoslavos también formaron parte de este equipo al estar inmersos en una guerra civil que propició el debut de Croacia, Bosnia y Eslovenia. Sudráfrica también regresó a unos Juegos Olímpicos tras dejar atrás el apartheid. En total, 9.364 deportistas de 169 países compitieron en 24 deportes diferentes del 25 de julio al 9 de agosto.

El encendido del pebetero mediante un arco y una flecha.

España exhibió una imagen de modernidad y sorprendió al mundo en la ceremonia de apertura con un espectáculo vivo y lleno de color en el que se intentó romper cada uno de los clichés con los que el resto de los países veían a España. El estadio se vino abajo con la salida de la delegación anfitriona comandada por el príncipe Felipe, lo que propició las lágrimas de una emocionada infanta Elena, y después llegaron las actuaciones de Plácido Domingo, José Carreras y Sarah Brightman o Monserrat Caballé junto a la voz de Freddie Mercury, fallecido casi un año antes de la ceremonia. Pero lo más emocionante fue el encendido del pebetero: Herminio Menéndez, ganador de tres medallas olímpicas, entró con la antorcha a un estadio únicamente iluminado por una especie de velas que portaban los espectadores presentes. Epi, plata en Los Angeles 1984, cogió el relevo y dio una vuelta completa a la pista de atletismo hasta que llegó a unas escaleras. El aragonés las subió y allí le esperaba el deportista paralímpico Antonio Rebollo con un arco. El ex jugador de baloncesto encendió la flecha, el arquero lanzó y la llama olímpica iluminó el cielo de Barcelona.

Cobi, la mascota más rentable
de la historia de los Juegos.
El éxito español no sólo se limitó a la ceremonia de apertura y a una magnífica organización de los Juegos. A pesar de no gustar en un primer momento, Cobi se ha convertido con el paso de los años en la mascota más rentable de la historia del movimientos olímpico, pero lo más importante fue que Barcelona 1992 significó el comienzo de la época dorada del deporte español. Hasta la fecha, España únicamente había ganado 26 medallas, cuatro de ellas de oro; en 1992 fue sexta en el medallero con 22 medallas, 13 de ellas de oro. Un cambio de mentalidad que ha tenido su continuidad en las siguientes ediciones y que ha llevado a los españoles a dominar la mayoría de los deportes denominados mediáticos.

El Dream Team.
Barcelona 1992 también supuso la definitiva integración del profesionalismo en el olimpismo con la presencia del Dream Team: Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Christian Laettner, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson y John Stockton exhibieron todo su potencial NBA ante cada uno de los rivales con los que se cruzaron. Por otra parte, el torneo de baloncesto también será recordado por la derrota del equipo anfitrión contra una selección menor como Angola.

Lindford Christie.
Gail Devers.

En atletismo, Carl Lewis conquistó su tercer título olímpico consecutivo en salto de longitud tras un bonito duelo con el plusmarquista Mike Powell, pero no llegó ni a clasificarse para la final de los 100 metros lisos. El británico Linford Christie, de 32 años, se convirtió en el campeón olímpico más veterano en la prueba reina de la velocidad. En féminas, la estadounidense Gail Devers conquistó el oro tras superar una larga enfermedad que le tuvo más de dos años en una silla de ruedas. Pudo haber ganado también en los 100 metros vallas, pero cayó al suelo tras tropezar en la última vaya y el el triunfo fue para la griega Paraskevi Paoulidou.

Kevin Young.
Derek Redmond es ayudado
por su padre.

Javier García Chico.
Su compatriota Kevin Young batió el récord del mundo en los 400 vallas, convirtiéndose en el primer hombre en bajar de los 47 segundos, mientras que el británico Derek Redmond se lesionó en plena eliminatoria de los 400 metros lisos y llegó a la pata coja y ayudado por su padre a la línea de meta. Una de las mayores sorpresas se vivió en el salto de pértiga, donde el gran favorito, Sergéi Bubka, quedó descalificado, lo que favoreció al español Javier García Chico, que logró la medalla de bronce.

Antonio Peñalver.
Daniel Plaza.

Fermín Cacho.
Éste no fue el único éxito del atletismo español, ya que Antonio Peñalver ganó la plata en el decatlón y Daniel Plaza el oro en los 20 Km. marcha. La cosecha podría haber sido más grande si Valentín Massana no hubiera sido descalificado a las puertas de Montjuïc, pero, sin duda, la imagen que quedó para la historia del deporte español fue la entrada en meta de Fermín Cacho con los brazos en alto en la prueba de 1.500 metros. El atleta soriano se aprovechó de una carrera lenta y batió a todos sus rivales con un cambio de ritmo en los últimos 150 metros.

Hassiba Boulmerka.
Derartu Tulu da la vuelta de
honor junto a Elana Meyer
simbolizando el fin del apartheid.

En los 1.500 femeninos, la argelina Hassiba Boulmerka mostró toda su rabia al ganar la prueba como consecuencia de las amenazas que había recibido de los sectores más integristas de su país por correr en pantalón corto y negarse a taparse la cara con un burca en sus comparecencias públicas. En la prueba de 10.000 metros femenina, la etíope Derartu Tulu se impuso en un bonito duelo a la sudafricana blanca Elana Meyer. Ambas dieron las vuelta de horno fundidas en un abrazo simbolizando el fin del apartheid. Además, la atleta etíope se convirtió en la primera medallista negra de África.

Vitaly Scherbo.
Carolina Pascual.

José Manuel Moreno.
En gimnasia, el bielorrusoVitaly Scherbo ganó seis medallas de oro, cuatro de ellas en un mismo día. En rítmica, en el apartado individual, la afición española encontró a su heroína, ya que la gimnasta Carolina Pascual se hizo con la medalla de plata. El boxeador Faustino Reyes también ocupó el segundo lugar en el pódium en peso pluma, mientras que el ciclista José Manuel Moreno se impuso en el velódromo en la prueba de un kilómetro contrarreloj. Fue la primera medalla de la delegación española.

Juan Carlos Holgado, Alfonso Menéndez y Antonio Vázquez.

Selección española de hockey femenino.
El plan ADO daba sus frutos y los arqueros españoles pasaron en algo más de un año de ser los 30º del mundo a ser campeones olímpicos. Juan Carlos Holgado, Alfonso Menéndez y Antonio Vázquez se hicieron con un oro tan inseperado como el de la selección femenina de hockey hierba. Aquel equipo de guerreras estaba compuesto por Barea, Barrio, Coghen, Corres, Dorado, Gavellanes, González, Maiques, Maragall, Martínez de Murguía, Motos, Olivé, Ramírez, Rodríguez y Telleira.

Selección española de fútbol masculino.

El fútbol español también vivió su momento de gloria tras imponerse a Polonia por 3-2 en la final. Amavisca, Berges, Cañizares, Abelardo, Ferrer, Toni, Miguel Hernández, Lasa, López, Manjarín, Luis Enrique, Kiko, Alfonso, Pinilla, Soler, Paqui, Villabona, Vidal y Solozábal hicieron vibrar a un Camp Nou lleno de banderas españolas. No tuvo tanta suerte el equipo español de waterpolo masculino, que cayó en la final frente a Italia tras dos prórrogas. Cuatro años después, en Atlanta 1996, se desquitarían con el oro.

Patricia Guerra y Theresa Zabell.
España también dominó la vela logrando cuatro medallas de oro y una de plata. Jordi Catalaf y Francisco Sánchez (470), José María Van der Ploeg (finn), Luis Doreste y Domingo Manrique (Flyin Dutchman) y Patricia Guerra y Theresa Zabell (470) se proclamaron campeones olímpicos, mientras que la joven Natalia Vía Dufresne (Europa) se tuvo que conformar con subir al segundo escalón del pódium.

Miriam Blasco.
El país anfitrión también cantó dos oros en judo. El primero fue para Miriam Blasco, que además de convertirse en la primera medallista olímpica española, dedicó su triunfo a su entrenador Sergio, fallecido un mes antes en un accidente de moto. Las lágrimas de la judoca tumbada en el tatami fue otra de las imágenes de Barcelona 1992. Un día después fue el turno de Almudena Muñoz, que venció a la japonesa en la final.

Fu Mingxia realiza un salto con las vistas de Barcelona de fondo.

Esta edición de los Juegos también fue la edición de los campeones adolescentes. La china Fu Mingxia, de 13 años, se impuso en saltos de trampolín con las vistas de la Sagrada Familia de fondo, la japonesa Kyoko Iwasaki, de 14 años, se convirtió en la nadadora más joven en ganar un oro olímpico y la estadounidense Jennifer Capiatri conquistó el torneo individual de tenis con tan solo 16 años.

Conchita y Arantxa.
Jordi Arrese.


Precisamente fue el tenis otro de los deportes que amplió el medallero del país anfitrión. Arantxa Sánchez Vicario subió al tercer escalón del pódium en individuales femeninos, mientras que en dobles fue plata junto a Conchita Martínez. En individuales masculinos, un espectacular Jordi Arrese también se hizo con la segunda posición.

Alexander Popov.
Krisztina Egerszegi.

Martín López Zubero
El ruso Alexander Popov, con dos oros en los 50 y 100 libres y dos platas en relevos, y la joven húngara de 18 años Krisztina Egerszegi, con tres oros en los 100 y 200 espalda y en los 400 estilos tras lograr con tan solo catorce años sus dos primeros metales en Seúl 1988 -oro en 200 espalda y plata en 100 espalda-, fueron los grandes triunfadores en la piscina olímpica, aunque la gran ovación se la llevó el español Martín López Zubero, que defendió su título de campeón del mundo en la prueba de 200 espalda y se convirtió en el primer campeón olímpico de la natación española.