Historia de los Juegos Olímpicos: Barcelona 1992

La elección de Juan Antonio Samaranch como presidente del COI en 1980 otorgó una oportunidad de oro a Barcelona para ser elegida sede de unos Juegos Olímpicos. El 17 de octubre de 1986, en la ciudad de Lausana, el sueño se hizo realidad. España se iba a convertir en el centro del universo en 1992 con la celebración del quinto aniversario del descubrimiento de América, la Exposición Universal de Sevilla, la capitalidad europea de la cultura de Madrid y los Juegos Olímpicos de Barcelona, que también dejaron como subsedes a Valencia y Zaragoza (fútbol), Lleida (piragüismo), Girona (remo) y varias localidades próximas a la Ciudad Condal.

Estadio Olímpico de Montjuïc.
Los dos principales problemas una vez elegida sede de los Juegos fueron el retraso en las obras y el terrorismo. Finalmente, todas las instalaciones estuvieron a punto para la inauguración y no hubo que lamentar ningún atentado durante la cita olímpica. De hecho, el propio Juan Antonio Samaranch calificó a Barcelona 1992 como los mejores Juegos Olímpicos de la historia hasta la fecha. Esta afirmación se basó en diferentes hechos, como por ejemplo en el legado que dejó el evento a la ciudad, que se abrió al mar, se modernizó, amplió su aeropuerto y su oferta hotelera, contó con nuevas instalaciones deportivas como el Palau San Jordi y el Puerto Olímpico y reconstruyó otras como el Estadio Olímpico de Montjuïc.

El príncipe Felipe fue el abanderado español.

El éxito de Barcelona 1992 también tuvo que ver con el fin de los boicots tras la caída del Muro de Berlín. Alemania volvió a competir en un equipo unificado, las repúblicas bálticas, Letonia, Lituania y Estonia, lo hicieron por primera vez como países independientes desde 1936 y las repúblicas pertenencientes a la Unión Soviética compitieron bajo la bandera olímpica y bajo el nombre de Equipo Unificado. Los deportistas yugoslavos también formaron parte de este equipo al estar inmersos en una guerra civil que propició el debut de Croacia, Bosnia y Eslovenia. Sudráfrica también regresó a unos Juegos Olímpicos tras dejar atrás el apartheid. En total, 9.364 deportistas de 169 países compitieron en 24 deportes diferentes del 25 de julio al 9 de agosto.

El encendido del pebetero mediante un arco y una flecha.

España exhibió una imagen de modernidad y sorprendió al mundo en la ceremonia de apertura con un espectáculo vivo y lleno de color en el que se intentó romper cada uno de los clichés con los que el resto de los países veían a España. El estadio se vino abajo con la salida de la delegación anfitriona comandada por el príncipe Felipe, lo que propició las lágrimas de una emocionada infanta Elena, y después llegaron las actuaciones de Plácido Domingo, José Carreras y Sarah Brightman o Monserrat Caballé junto a la voz de Freddie Mercury, fallecido casi un año antes de la ceremonia. Pero lo más emocionante fue el encendido del pebetero: Herminio Menéndez, ganador de tres medallas olímpicas, entró con la antorcha a un estadio únicamente iluminado por una especie de velas que portaban los espectadores presentes. Epi, plata en Los Angeles 1984, cogió el relevo y dio una vuelta completa a la pista de atletismo hasta que llegó a unas escaleras. El aragonés las subió y allí le esperaba el deportista paralímpico Antonio Rebollo con un arco. El ex jugador de baloncesto encendió la flecha, el arquero lanzó y la llama olímpica iluminó el cielo de Barcelona.

Cobi, la mascota más rentable
de la historia de los Juegos.
El éxito español no sólo se limitó a la ceremonia de apertura y a una magnífica organización de los Juegos. A pesar de no gustar en un primer momento, Cobi se ha convertido con el paso de los años en la mascota más rentable de la historia del movimientos olímpico, pero lo más importante fue que Barcelona 1992 significó el comienzo de la época dorada del deporte español. Hasta la fecha, España únicamente había ganado 26 medallas, cuatro de ellas de oro; en 1992 fue sexta en el medallero con 22 medallas, 13 de ellas de oro. Un cambio de mentalidad que ha tenido su continuidad en las siguientes ediciones y que ha llevado a los españoles a dominar la mayoría de los deportes denominados mediáticos.

El Dream Team.
Barcelona 1992 también supuso la definitiva integración del profesionalismo en el olimpismo con la presencia del Dream Team: Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Christian Laettner, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson y John Stockton exhibieron todo su potencial NBA ante cada uno de los rivales con los que se cruzaron. Por otra parte, el torneo de baloncesto también será recordado por la derrota del equipo anfitrión contra una selección menor como Angola.

Lindford Christie.
Gail Devers.

En atletismo, Carl Lewis conquistó su tercer título olímpico consecutivo en salto de longitud tras un bonito duelo con el plusmarquista Mike Powell, pero no llegó ni a clasificarse para la final de los 100 metros lisos. El británico Linford Christie, de 32 años, se convirtió en el campeón olímpico más veterano en la prueba reina de la velocidad. En féminas, la estadounidense Gail Devers conquistó el oro tras superar una larga enfermedad que le tuvo más de dos años en una silla de ruedas. Pudo haber ganado también en los 100 metros vallas, pero cayó al suelo tras tropezar en la última vaya y el el triunfo fue para la griega Paraskevi Paoulidou.

Kevin Young.
Derek Redmond es ayudado
por su padre.

Javier García Chico.
Su compatriota Kevin Young batió el récord del mundo en los 400 vallas, convirtiéndose en el primer hombre en bajar de los 47 segundos, mientras que el británico Derek Redmond se lesionó en plena eliminatoria de los 400 metros lisos y llegó a la pata coja y ayudado por su padre a la línea de meta. Una de las mayores sorpresas se vivió en el salto de pértiga, donde el gran favorito, Sergéi Bubka, quedó descalificado, lo que favoreció al español Javier García Chico, que logró la medalla de bronce.

Antonio Peñalver.
Daniel Plaza.

Fermín Cacho.
Éste no fue el único éxito del atletismo español, ya que Antonio Peñalver ganó la plata en el decatlón y Daniel Plaza el oro en los 20 Km. marcha. La cosecha podría haber sido más grande si Valentín Massana no hubiera sido descalificado a las puertas de Montjuïc, pero, sin duda, la imagen que quedó para la historia del deporte español fue la entrada en meta de Fermín Cacho con los brazos en alto en la prueba de 1.500 metros. El atleta soriano se aprovechó de una carrera lenta y batió a todos sus rivales con un cambio de ritmo en los últimos 150 metros.

Hassiba Boulmerka.
Derartu Tulu da la vuelta de
honor junto a Elana Meyer
simbolizando el fin del apartheid.

En los 1.500 femeninos, la argelina Hassiba Boulmerka mostró toda su rabia al ganar la prueba como consecuencia de las amenazas que había recibido de los sectores más integristas de su país por correr en pantalón corto y negarse a taparse la cara con un burca en sus comparecencias públicas. En la prueba de 10.000 metros femenina, la etíope Derartu Tulu se impuso en un bonito duelo a la sudafricana blanca Elana Meyer. Ambas dieron las vuelta de horno fundidas en un abrazo simbolizando el fin del apartheid. Además, la atleta etíope se convirtió en la primera medallista negra de África.

Vitaly Scherbo.
Carolina Pascual.

José Manuel Moreno.
En gimnasia, el bielorrusoVitaly Scherbo ganó seis medallas de oro, cuatro de ellas en un mismo día. En rítmica, en el apartado individual, la afición española encontró a su heroína, ya que la gimnasta Carolina Pascual se hizo con la medalla de plata. El boxeador Faustino Reyes también ocupó el segundo lugar en el pódium en peso pluma, mientras que el ciclista José Manuel Moreno se impuso en el velódromo en la prueba de un kilómetro contrarreloj. Fue la primera medalla de la delegación española.

Juan Carlos Holgado, Alfonso Menéndez y Antonio Vázquez.

Selección española de hockey femenino.
El plan ADO daba sus frutos y los arqueros españoles pasaron en algo más de un año de ser los 30º del mundo a ser campeones olímpicos. Juan Carlos Holgado, Alfonso Menéndez y Antonio Vázquez se hicieron con un oro tan inseperado como el de la selección femenina de hockey hierba. Aquel equipo de guerreras estaba compuesto por Barea, Barrio, Coghen, Corres, Dorado, Gavellanes, González, Maiques, Maragall, Martínez de Murguía, Motos, Olivé, Ramírez, Rodríguez y Telleira.

Selección española de fútbol masculino.

El fútbol español también vivió su momento de gloria tras imponerse a Polonia por 3-2 en la final. Amavisca, Berges, Cañizares, Abelardo, Ferrer, Toni, Miguel Hernández, Lasa, López, Manjarín, Luis Enrique, Kiko, Alfonso, Pinilla, Soler, Paqui, Villabona, Vidal y Solozábal hicieron vibrar a un Camp Nou lleno de banderas españolas. No tuvo tanta suerte el equipo español de waterpolo masculino, que cayó en la final frente a Italia tras dos prórrogas. Cuatro años después, en Atlanta 1996, se desquitarían con el oro.

Patricia Guerra y Theresa Zabell.
España también dominó la vela logrando cuatro medallas de oro y una de plata. Jordi Catalaf y Francisco Sánchez (470), José María Van der Ploeg (finn), Luis Doreste y Domingo Manrique (Flyin Dutchman) y Patricia Guerra y Theresa Zabell (470) se proclamaron campeones olímpicos, mientras que la joven Natalia Vía Dufresne (Europa) se tuvo que conformar con subir al segundo escalón del pódium.

Miriam Blasco.
El país anfitrión también cantó dos oros en judo. El primero fue para Miriam Blasco, que además de convertirse en la primera medallista olímpica española, dedicó su triunfo a su entrenador Sergio, fallecido un mes antes en un accidente de moto. Las lágrimas de la judoca tumbada en el tatami fue otra de las imágenes de Barcelona 1992. Un día después fue el turno de Almudena Muñoz, que venció a la japonesa en la final.

Fu Mingxia realiza un salto con las vistas de Barcelona de fondo.

Esta edición de los Juegos también fue la edición de los campeones adolescentes. La china Fu Mingxia, de 13 años, se impuso en saltos de trampolín con las vistas de la Sagrada Familia de fondo, la japonesa Kyoko Iwasaki, de 14 años, se convirtió en la nadadora más joven en ganar un oro olímpico y la estadounidense Jennifer Capiatri conquistó el torneo individual de tenis con tan solo 16 años.

Conchita y Arantxa.
Jordi Arrese.


Precisamente fue el tenis otro de los deportes que amplió el medallero del país anfitrión. Arantxa Sánchez Vicario subió al tercer escalón del pódium en individuales femeninos, mientras que en dobles fue plata junto a Conchita Martínez. En individuales masculinos, un espectacular Jordi Arrese también se hizo con la segunda posición.

Alexander Popov.
Krisztina Egerszegi.

Martín López Zubero
El ruso Alexander Popov, con dos oros en los 50 y 100 libres y dos platas en relevos, y la joven húngara de 18 años Krisztina Egerszegi, con tres oros en los 100 y 200 espalda y en los 400 estilos tras lograr con tan solo catorce años sus dos primeros metales en Seúl 1988 -oro en 200 espalda y plata en 100 espalda-, fueron los grandes triunfadores en la piscina olímpica, aunque la gran ovación se la llevó el español Martín López Zubero, que defendió su título de campeón del mundo en la prueba de 200 espalda y se convirtió en el primer campeón olímpico de la natación española.


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