Todo cambió para no cambiar nada. Arenere y el resto de consejeros dimitieron en bloque y frenaron en seco la reestructuración del Real Zaragoza. ¿Los motivos? Creo que a estas alturas de la película no hace falta decirlos, pero no pasa nada por ponerles una vez más nombre y apellido: Agapito Iglesias. El soriano prometió mantenerse a un lado en la gestión del club y una vez más incumplió su palabra.
Por tanto, nos encontramos como hace diez días pero con diez días menos para fichar y sin Ponzio en el equipo, algo de lo que el máximo accionista culpó al Consejo saliente en un comunicado en el que las mentiras se suceden unas tras otras. Un Consejo al que hay que agradecerle que sacara adelante la Propuesta Anticipada de Convenio (PAC) y haya desnudado de nuevo a Agapito con un gesto que les honra. Eso sí, yo les pediría que dieran un paso más y convocaran una rueda de prensa para dejar claro todo lo que ha sucedido estos días.
Y como de todo hay que sacar algo positivo, yo me quedo con dos cosas: la solidaridad que mostraron muchos aficionados de otros equipos con el zaragocismo -el resto del fútbol español debe darse cuenta de que nosotros somos las primeras víctimas de este individuo- y el despertar de una afición que está harta y se pregunta a sí misma: ¿Qué coño hemos hecho para merecer esto?
Ese despertar se vio reflejado a primera hora de la tarde de ayer, cuando el lema #agapitoveteya fue Trending Topic en España, al mismo tiempo que se organizaba una protesta contra el mandatario en las oficinas del club. No tuvo éxito por la espontaneidad de la misma y, sobre todo, porque hay una manifestación convocada para el próximo sábado a las 17:30 horas en la puerta 0 de La Romareda, a lo que se sumará una pitada colectiva en el minuto 32 -año de fundación del club- del partido contra el Getafe.
Es primordial que todo zaragocista e incluso zaragozano al que le guste el fútbol se dé cita en dicha concentración. El zaragocista por amor a unos colores y el zaragozano por el simple hecho de tener la posibilidad de ver fútbol de elite en la ciudad. Es el momento de que seamos nosotros, la afición, los que cojamos el testigo de los Lapetra, Marcelino, Villa, Canario, Santos, Violeta, Reija, Yarza, Arrúa, Pichi Alonso, Diarte, Víctor Muñoz, Señor, Rubén Sosa, Cedrún, Pardeza, Higuera, Belsué, Poyet, Aguado, Nayim y cualquiera de los jugadores que se hicieron grandes defendiendo la camiseta del Real Zaragoza, y juguemos un partido que nos corresponde a nosotros, un partido incluso más importante que el de la final de París, un partido para sobrevivir. Quizás no tengamos otra posibilidad. Es la hora del zaragocismo, la hora de echar a Agapito porque él no se va a ir por propia voluntad por mucho que diga. Ya conocemos sus mentiras y sus artimañas, ya no deben hacernos efecto. No podemos esperar más, es el momento de actuar y gritar todos juntos a los cuatro vientos ¡Agapito, vete ya!
Por tanto, nos encontramos como hace diez días pero con diez días menos para fichar y sin Ponzio en el equipo, algo de lo que el máximo accionista culpó al Consejo saliente en un comunicado en el que las mentiras se suceden unas tras otras. Un Consejo al que hay que agradecerle que sacara adelante la Propuesta Anticipada de Convenio (PAC) y haya desnudado de nuevo a Agapito con un gesto que les honra. Eso sí, yo les pediría que dieran un paso más y convocaran una rueda de prensa para dejar claro todo lo que ha sucedido estos días.
Y como de todo hay que sacar algo positivo, yo me quedo con dos cosas: la solidaridad que mostraron muchos aficionados de otros equipos con el zaragocismo -el resto del fútbol español debe darse cuenta de que nosotros somos las primeras víctimas de este individuo- y el despertar de una afición que está harta y se pregunta a sí misma: ¿Qué coño hemos hecho para merecer esto?
Ese despertar se vio reflejado a primera hora de la tarde de ayer, cuando el lema #agapitoveteya fue Trending Topic en España, al mismo tiempo que se organizaba una protesta contra el mandatario en las oficinas del club. No tuvo éxito por la espontaneidad de la misma y, sobre todo, porque hay una manifestación convocada para el próximo sábado a las 17:30 horas en la puerta 0 de La Romareda, a lo que se sumará una pitada colectiva en el minuto 32 -año de fundación del club- del partido contra el Getafe.
Es primordial que todo zaragocista e incluso zaragozano al que le guste el fútbol se dé cita en dicha concentración. El zaragocista por amor a unos colores y el zaragozano por el simple hecho de tener la posibilidad de ver fútbol de elite en la ciudad. Es el momento de que seamos nosotros, la afición, los que cojamos el testigo de los Lapetra, Marcelino, Villa, Canario, Santos, Violeta, Reija, Yarza, Arrúa, Pichi Alonso, Diarte, Víctor Muñoz, Señor, Rubén Sosa, Cedrún, Pardeza, Higuera, Belsué, Poyet, Aguado, Nayim y cualquiera de los jugadores que se hicieron grandes defendiendo la camiseta del Real Zaragoza, y juguemos un partido que nos corresponde a nosotros, un partido incluso más importante que el de la final de París, un partido para sobrevivir. Quizás no tengamos otra posibilidad. Es la hora del zaragocismo, la hora de echar a Agapito porque él no se va a ir por propia voluntad por mucho que diga. Ya conocemos sus mentiras y sus artimañas, ya no deben hacernos efecto. No podemos esperar más, es el momento de actuar y gritar todos juntos a los cuatro vientos ¡Agapito, vete ya!
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