El adiós del último campeón

Ya es oficial. Ponzio ha llegado a un acuerdo para rescindir su contrato y regresa a River, a Argentina, a su casa. Lo hace para estar más cerca de su familia y tras una despedida sentida y entre lágrimas, jurando amor eterno al club en el que más años ha permanecido y pidiendo perdón por haber expresado su deseo a través de un periódico. Yo le perdono. Pueden más su entrega y su honradez en el campo que un simple error. Hubiera preferido que se quedara, pero entiendo sus motivos. He aquí su discurso de despedida completo:

“Pido disculpas por no haber expresado antes mi deseo de salir al presidente o a mis compañeros y que saliera a través de un periódico argentino. Así hubiera sido un poco menos explosivo todo, pero dije lo que sentía y lo que pensaba. Uno lo estaba pasando mal y sólo puedo pedir disculpas. Estoy dando un paso hacia delante y dejando muchos amigos. Hay gente que me puede llegar a entender, gente que no, pero realmente no me estoy bajando de un barco ni subiéndome a otro, sino que sigo un camino en el prioriza la familia. Agradezco que haya un club en Argentina que me abra las puertas para estar cerca de ellos. Siempre voy a recordar que he vivido momentos muy buenos y lindos en el Real Zaragoza, también hemos pasado por dificultades, pero todas esas cosas me hicieron sentir hombre y me hacen sentir fuerte y por ello uno se va con la cabeza bien alta. He dado mucho por este club, el club en donde más años he estado y quiero agradecer todo el cariño que me brindaron. Saben que uno deja muchas cosas aquí, que uno siente mucho esta casa, que va a ser parte de mí en toda mi carrera y le deseo todo lo mejor. Espero poder ver ganar al Zaragoza este fin de semana. Dejo parte de mi corazón aquí, pero hoy en día priorizo otras cosas, aunque lo que siento por esta camiseta, por esta ciudad y por este club no va a cambiar”.

Se va el segundo extranjero que más veces ha vestido la camiseta del Real Zaragoza tras Gustavo Poyet. Un total de 246 partidos repartidos en dos etapas. La primera entre 2004 y enero de 2007, ganando una Copa del Rey y una Supercopa, y la segunda desde enero de 2009 hasta la fecha, siendo fundamental en el ascenso –gol incluido en el partido decisivo- y en la permanencia de las dos siguientes temporadas, con goles claves como el que le marcó al Espanyol. Una triste noticia para el zaragocismo, que despide al último campeón con la elástica blanquilla que quedaba en la plantilla. Mucha suerte.

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