Cuadro de honor
-Campeón: Uruguay
-Subcampeón: Brasil
-Tercero: Suecia
-Cuarto: España
-Mejor jugador: Zizinho (Brasil)
-Máximo goleador: Ademir (Brasil), con 7 goles
Doce años sin Mundial
En 1940 se iba a decidir qué país se encargaría de organizar la Copa del Mundo de 1942, pero estalló la Segunda Guerra Mundial y esta decisión se tuvo que posponer hasta 1946. El torneo se reanudaría en 1950 en Brasil, doce años después de que Italia se alzara con su segundo campeonato.
Nuevo templo del fútbol
Con motivo de la celebración del Mundial se construyó en Río de Janeiro el campo de fútbol más grande del mundo: Maracaná (foto de la izquierda). Este estadio acogió el encuentro en el que se decidió el torneo, logrando la mayor asistencia de público de la historia en un partido de la Copa del Mundo: 199.854 espectadores. Otras cinco ciudades fueron sede del campeonato: Belo Horizonte, Sao Paulo, Porto Alegre, Curitiba y Recife.
El balón mantuvo las características de Francia’38 y el trofeo pasó a llamarse Jules Rimet en homenaje a sus 25 años al frente de la FIFA. Pero la gran novedad fue que por primera vez en la Copa del Mundo los jugadores llevaron dorsales de identificación. En cada encuentro se numeraron del 1 al 11 y obligatoriamente comenzando por el portero.
Bastantes ausencias
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial provocaron la renuncia de las principales selecciones centroeuropeas como Austria, Hungría o Checoslovaquia. Además, la FIFA había expulsado a Alemania y Japón, mientras que en Suramérica, Argentina fue la gran ausente por la ruptura de relaciones que mantenía con la Confederación Brasileña.
Las federaciones británicas reingresaron en la FIFA y su torneo de clasificación aportaba dos billetes. Escocia e Inglaterra disputaron la final, pero los primeros renunciaron al Mundial tras caer en el partido definitivo. Otros países clasificados, como Turquía o India, también renunciaron, así como los invitados Portugal y Francia. Con este panorama, sólo 13 selecciones disputaron el torneo.
No hubo final
El campeonato se compuso de cuatro grupos, dos de cuatro equipos, uno de tres y uno de dos. Los campeones de cada uno de ellos pasaron a una liguilla final para decidir el campeón. No había final, pero el destino quiso que el partido definitivo que coronaría al mejor equipo del mundo coincidiese con el último encuentro del torneo.
Por su parte, los árbitros participantes se reunieron en Inglaterra para realizar un curso de actualización de normas y unificación de criterios de cara a la gran competición que, después de doce años, estaba a punto de reanudarse.
Como anécdota cabe destacar que Italia no quiso volar y acudió a Brasil en barco, ya que un año antes un accidente aéreo acabó con las vidas de todos los jugadores del Torino, el mejor equipo de Italia por aquel entonces y uno de los grandes de Europa.
Primera fase
La primera fase del torneo quedó marcada por la eliminación de Italia, ganadora de las dos últimas ediciones. Afectados por la tragedia del Torino en Superga y en baja forma por su viaje en barco, perdieron frente a Suecia y se quedaron fuera de la liguilla final a pesar de ganar a Paraguay.
Este Mundial fue el del regreso de Uruguay, campeón en la primera edición y ausente en las dos siguientes. Sólo tuvo que disputar un partido en la primera fase frente a Bolivia, logrando un contundente 8-0 con cuatro tantos de Schiaffino (foto de la derecha). Por su parte, los anfitriones enseguida dieron muestras de su gran potencial con una goleada sobre México por 4-0. Fue la primera aparición del guardameta azteca Carbajal en la Copa del Mundo, en la que llegaría a jugar en cinco ediciones.
Pero el camino de los brasileños no fue nada sencillo. Una gran Yugoslavia se erigió como su gran contrincante, mucho más tras el empate de Brasil frente a Suiza. A los balcánicos les bastaba el empate para dar la sorpresa, pero empezaron el encuentro con diez jugadores y cuando Mitic se incorporó ya estaban en desventaja. Ademir, que terminó siendo el máximo goleador del torneo, adelantó a los brasileños, mientras que Zizinho (junto a Ademir y Jair en la foto de arriba a la izquierda), elegido mejor jugador del campeonato, sentenció el choque.
Grupo de España
Las expectativas en España no eran muy optimistas. Su selección se había clasificado gracias a un gol de Gaínza en los últimos suspiros de su enfrentamiento en Lisboa frente a Portugal. Por si fuera poco, sus primeros minutos en el torneo tampoco fueron nada alentadores. Sin televisión, Matías Prats (foto de la derecha) fue el encargado de llevar a las casas de todos los españoles las andanzas de su selección a través de la radio y sus primeras noticias no fueron nada buenas: gol de Estados Unidos.
Todo parecía perdido, pero Igoa empató a diez minutos del final. A continuación Basora puso el 2-1, mientras que Zarra sentenció en el 85. Ya en el segundo encuentro, en el que debutó Ramallets, Basora (foto de la izquierda) y Zarra no dieron opciones a Chile. España se jugaba su presencia en la liguilla final frente a Inglaterra. Con un empate era suficiente.
Fue la primera participación de Inglaterra en un Mundial. Su debut se produjo el 25 de junio frente a Chile con una victoria, pero su exceso de confianza les llevó a la derrota frente a Estados Unidos con un solitario gol de Gaetjens. Ya en el último encuentro, se encontraron con la mejor versión de España. Fue la consagración del talento de Telmo Zarra, cuyo gol a los ingleses (foto de arriba a la derecha) y la narración de Matías Prats pararían a la historia del fútbol español.
Liguilla final
España logró un meritorio empate frente a Uruguay, pero en esos momentos supo a poco, ya que Basora había puesto el 2-1 en el marcador y a falta de veinte minutos un inesperado fallo de Ramallets (foto de la izquierda) permitió el empate de los suramericanos. Esto pesó sobre la cabeza de los españoles, que cayeron en los dos siguientes encuentros frente a Brasil y Suecia, logrando la cuarta posición. Un puesto que decepcionó por aquel entonces al país pero que aún no ha sido superado.
Maracanazo
Maracaná acogió el partido decisivo. A Brasil le bastaba el empate y Uruguay estaba obligado a ganar frente a casi 200.000 aficionados brasileños. Los pronósticos invitaban a pensar en una victoria local, pero el fútbol deparó una de las grandes sorpresas de la historia y eso que Friaça adelantó a Brasil. Schiaffino logró el empate y a falta de diez minutos para el final, Ghiggia silenció el estadio (foto de arriba a la derecha). La victoria charrúa pasó a la historia como el Maracanazo.
-Campeón: Uruguay
-Subcampeón: Brasil
-Tercero: Suecia
-Cuarto: España
-Mejor jugador: Zizinho (Brasil)
-Máximo goleador: Ademir (Brasil), con 7 goles
Doce años sin Mundial
En 1940 se iba a decidir qué país se encargaría de organizar la Copa del Mundo de 1942, pero estalló la Segunda Guerra Mundial y esta decisión se tuvo que posponer hasta 1946. El torneo se reanudaría en 1950 en Brasil, doce años después de que Italia se alzara con su segundo campeonato.
Nuevo templo del fútbol
Con motivo de la celebración del Mundial se construyó en Río de Janeiro el campo de fútbol más grande del mundo: Maracaná (foto de la izquierda). Este estadio acogió el encuentro en el que se decidió el torneo, logrando la mayor asistencia de público de la historia en un partido de la Copa del Mundo: 199.854 espectadores. Otras cinco ciudades fueron sede del campeonato: Belo Horizonte, Sao Paulo, Porto Alegre, Curitiba y Recife.
El balón mantuvo las características de Francia’38 y el trofeo pasó a llamarse Jules Rimet en homenaje a sus 25 años al frente de la FIFA. Pero la gran novedad fue que por primera vez en la Copa del Mundo los jugadores llevaron dorsales de identificación. En cada encuentro se numeraron del 1 al 11 y obligatoriamente comenzando por el portero.
Bastantes ausencias
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial provocaron la renuncia de las principales selecciones centroeuropeas como Austria, Hungría o Checoslovaquia. Además, la FIFA había expulsado a Alemania y Japón, mientras que en Suramérica, Argentina fue la gran ausente por la ruptura de relaciones que mantenía con la Confederación Brasileña.
Las federaciones británicas reingresaron en la FIFA y su torneo de clasificación aportaba dos billetes. Escocia e Inglaterra disputaron la final, pero los primeros renunciaron al Mundial tras caer en el partido definitivo. Otros países clasificados, como Turquía o India, también renunciaron, así como los invitados Portugal y Francia. Con este panorama, sólo 13 selecciones disputaron el torneo.
No hubo final
El campeonato se compuso de cuatro grupos, dos de cuatro equipos, uno de tres y uno de dos. Los campeones de cada uno de ellos pasaron a una liguilla final para decidir el campeón. No había final, pero el destino quiso que el partido definitivo que coronaría al mejor equipo del mundo coincidiese con el último encuentro del torneo.
Por su parte, los árbitros participantes se reunieron en Inglaterra para realizar un curso de actualización de normas y unificación de criterios de cara a la gran competición que, después de doce años, estaba a punto de reanudarse.
Como anécdota cabe destacar que Italia no quiso volar y acudió a Brasil en barco, ya que un año antes un accidente aéreo acabó con las vidas de todos los jugadores del Torino, el mejor equipo de Italia por aquel entonces y uno de los grandes de Europa.
Primera fase
La primera fase del torneo quedó marcada por la eliminación de Italia, ganadora de las dos últimas ediciones. Afectados por la tragedia del Torino en Superga y en baja forma por su viaje en barco, perdieron frente a Suecia y se quedaron fuera de la liguilla final a pesar de ganar a Paraguay.
Este Mundial fue el del regreso de Uruguay, campeón en la primera edición y ausente en las dos siguientes. Sólo tuvo que disputar un partido en la primera fase frente a Bolivia, logrando un contundente 8-0 con cuatro tantos de Schiaffino (foto de la derecha). Por su parte, los anfitriones enseguida dieron muestras de su gran potencial con una goleada sobre México por 4-0. Fue la primera aparición del guardameta azteca Carbajal en la Copa del Mundo, en la que llegaría a jugar en cinco ediciones.
Pero el camino de los brasileños no fue nada sencillo. Una gran Yugoslavia se erigió como su gran contrincante, mucho más tras el empate de Brasil frente a Suiza. A los balcánicos les bastaba el empate para dar la sorpresa, pero empezaron el encuentro con diez jugadores y cuando Mitic se incorporó ya estaban en desventaja. Ademir, que terminó siendo el máximo goleador del torneo, adelantó a los brasileños, mientras que Zizinho (junto a Ademir y Jair en la foto de arriba a la izquierda), elegido mejor jugador del campeonato, sentenció el choque.
Grupo de España
Las expectativas en España no eran muy optimistas. Su selección se había clasificado gracias a un gol de Gaínza en los últimos suspiros de su enfrentamiento en Lisboa frente a Portugal. Por si fuera poco, sus primeros minutos en el torneo tampoco fueron nada alentadores. Sin televisión, Matías Prats (foto de la derecha) fue el encargado de llevar a las casas de todos los españoles las andanzas de su selección a través de la radio y sus primeras noticias no fueron nada buenas: gol de Estados Unidos.
Todo parecía perdido, pero Igoa empató a diez minutos del final. A continuación Basora puso el 2-1, mientras que Zarra sentenció en el 85. Ya en el segundo encuentro, en el que debutó Ramallets, Basora (foto de la izquierda) y Zarra no dieron opciones a Chile. España se jugaba su presencia en la liguilla final frente a Inglaterra. Con un empate era suficiente.
Fue la primera participación de Inglaterra en un Mundial. Su debut se produjo el 25 de junio frente a Chile con una victoria, pero su exceso de confianza les llevó a la derrota frente a Estados Unidos con un solitario gol de Gaetjens. Ya en el último encuentro, se encontraron con la mejor versión de España. Fue la consagración del talento de Telmo Zarra, cuyo gol a los ingleses (foto de arriba a la derecha) y la narración de Matías Prats pararían a la historia del fútbol español.
Liguilla final
España logró un meritorio empate frente a Uruguay, pero en esos momentos supo a poco, ya que Basora había puesto el 2-1 en el marcador y a falta de veinte minutos un inesperado fallo de Ramallets (foto de la izquierda) permitió el empate de los suramericanos. Esto pesó sobre la cabeza de los españoles, que cayeron en los dos siguientes encuentros frente a Brasil y Suecia, logrando la cuarta posición. Un puesto que decepcionó por aquel entonces al país pero que aún no ha sido superado.
Maracanazo
Maracaná acogió el partido decisivo. A Brasil le bastaba el empate y Uruguay estaba obligado a ganar frente a casi 200.000 aficionados brasileños. Los pronósticos invitaban a pensar en una victoria local, pero el fútbol deparó una de las grandes sorpresas de la historia y eso que Friaça adelantó a Brasil. Schiaffino logró el empate y a falta de diez minutos para el final, Ghiggia silenció el estadio (foto de arriba a la derecha). La victoria charrúa pasó a la historia como el Maracanazo.
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