Cuadro de honor
-Campeón: Italia
-Subcampeón: Hungría
-Tercero: Brasil
-Cuarto: Suecia
-Mejor jugador: Leônidas (Brasil)
-Máximo goleador: Leônidas (Brasil), con 7 goles
Tenso clima político
Con Europa inmersa en una creciente inestabilidad política, Francia fue el país elegido para acoger la tercera Copa del Mundo. La tensión internacional se acentuó cuando el ejército nazi invadió Austria, por lo que el torneo fue una especie de bálsamo durante 16 días. Un año después estallaría la Segunda Guerra Mundial.
Grandes ausencias
El Mundial estuvo marcado por las grandes ausencias, sobre todo de selecciones suramericanas. Argentina se borró defraudada por no haber sido el país elegido para organizarlo, Uruguay permaneció al margen por el desprecio europeo de 1930 y en solidaridad con los argentinos tampoco participaron Colombia y México, por lo que Brasil y Cuba lograron la clasificación directa.
En Europa la gran ausente fue España, cuyo país se encontraba inmerso en la Guerra Civil. Además, Austria contaba con una gran selección, pero unos meses antes fue absorbida por Alemania. Por su parte, Francia e Italia no tuvieron que disputar la fase de clasificación, ya que la FIFA decidió que el anfitrión y el vigente campeón obtuvieran el pase directo para disputar la Copa del Mundo.
Como anécdotas, cabe destacar que Suecia fue el primer equipo que usó el avión en uno de sus desplazamientos y que las Indias Holandesas (foto de la izquierda) se convirtieron en la primera selección asiática en participar en una Copa del Mundo. Por último, la fase de clasificación se desarrolló sin sorpresas y los favoritos lograron la clasificación.
Nuevo balón
El formato del torneo fue idéntico al de Italia’34 y el sorteo de los octavos de final dejó una imagen para la historia: Yves Rimet, nieto del presidente de la FIFA, fue el encargado de sacar las bolas que contenían las diferentes selecciones participantes en el torneo, tal y como se puede ver en la foto que acompaña a este párrafo.
Por su parte, el balón si que sufrió varias modificaciones e innovaciones. Los argentinos Antonio Tossolini, Juan Valbonesi y Luis Polo inventaron el primer esférico sin tiento. Incorporaron una cámara con válvula a la pelota, que se hinchaba por inyección. Este avance fue especialmente positivo para los jugadores, que por fin podían rematar sin miedo a dañarse la cabeza.
Hasta nueve ciudades francesas participaron en el evento: París, El Havre, Lille, Marsella, Antibes, Burdeos, Reims, Estrasburgo y Toulouse. La capital gala aportaba dos estadios: el Parque de los Príncipes y el Estadio Olímpico de Colombes (foto de arriba a la izquierda), donde se disputaría la gran final.
Octavos de final
La primera sorpresa no se hizo esperar. En el partido inaugural, Suiza, crecida por el apoyo del público francés, logró empatar contra Alemania, una de las favoritas del torneo. El partido de desempate se jugó cinco días más tarde y ahí fue donde los suizos remataron la faena tras remontar un 0-2 y dejar el marcado final en un 4-2.
Por su parte, Francia logró una brillante victoria frente a Bélgica, Hungría arroyó a la cenicienta del torneo, las Indias Holandesas, Checoslovaquia tuvo que esperar a la prórroga para poder eliminar a Holanda, Cuba se erigió como la revelación del campeonato tras ganar a Rumanía en el encuentro de desempate e Italia sufrió más de la cuenta ante Noruega.
Pero la eliminatoria más espectacular la protagonizaron Brasil y Polonia, con victoria final para los suramericanos por 6-5 tras 120 minutos de fútbol en estado puro. Leônidas (foto de la derecha), que a la conclusión del torneo fue elegido mejor jugador del campeonato, llegó a marcar un gol descalzo, mientras que Ernest Wilimowski logró cuatro de los cinco goles de su equipo.
Cuartos de final
Suecia salió a escena en los cuartos de final, ya que en octavos debía enfrentarse a Austria, que no pudo participar en el torneo debido a la invasión alemana. Su rival fue Cuba, que agotada por su desempate frente a Rumanía, nada pudo hacer. Los nórdicos ganaron 8-0, con Andersson y Wetterstrüm como estrellas. Ambos marcaron tres goles.
La anfitriona cayó eliminada ante Italia y un gran Piola (foto de la izquierda), que con sus goles estaba resultando decisivo para los transalpinos. Hungría ganó 2-0 a Suiza y Brasil tuvo que recurrir al partido de desempate para eliminar a Checoslovaquia. Leônidas volvió a ser clave para los brasileños en una eliminatoria en la que el buen fútbol se dejó de lado para dar paso a dos encuentros excesivamente violentos.
Semifinales y final
Hungría volvió a mostrar su mejor versión futbolística y pasó por encima de una selección sueca superada por el poderoso ataque rival. De esta forma se plantó como el rival más temible para Italia, que en la otra semifinal eliminó fiel a su estilo a una confiada selección brasileña. Brasil se hizo con el bronce tras vencer por 4-2 a Suecia.
París contempló como Italia se consagraba como el mejor equipo del mundo el 19 de junio. Hungría no alcanzó el nivel exhibido durante el resto del torneo y los transalpinos basaron su éxito en la fortaleza defensiva y en los goles de Silvio Piola, máxima figura de los italianos. De esta forma, Vittorio Pozzo (foto de la derecha) se convirtió en el primer y único seleccionador de la historia en conquistar dos Copas del Mundo.
-Campeón: Italia
-Subcampeón: Hungría
-Tercero: Brasil
-Cuarto: Suecia
-Mejor jugador: Leônidas (Brasil)
-Máximo goleador: Leônidas (Brasil), con 7 goles
Tenso clima político
Con Europa inmersa en una creciente inestabilidad política, Francia fue el país elegido para acoger la tercera Copa del Mundo. La tensión internacional se acentuó cuando el ejército nazi invadió Austria, por lo que el torneo fue una especie de bálsamo durante 16 días. Un año después estallaría la Segunda Guerra Mundial.
Grandes ausencias
El Mundial estuvo marcado por las grandes ausencias, sobre todo de selecciones suramericanas. Argentina se borró defraudada por no haber sido el país elegido para organizarlo, Uruguay permaneció al margen por el desprecio europeo de 1930 y en solidaridad con los argentinos tampoco participaron Colombia y México, por lo que Brasil y Cuba lograron la clasificación directa.
En Europa la gran ausente fue España, cuyo país se encontraba inmerso en la Guerra Civil. Además, Austria contaba con una gran selección, pero unos meses antes fue absorbida por Alemania. Por su parte, Francia e Italia no tuvieron que disputar la fase de clasificación, ya que la FIFA decidió que el anfitrión y el vigente campeón obtuvieran el pase directo para disputar la Copa del Mundo.
Como anécdotas, cabe destacar que Suecia fue el primer equipo que usó el avión en uno de sus desplazamientos y que las Indias Holandesas (foto de la izquierda) se convirtieron en la primera selección asiática en participar en una Copa del Mundo. Por último, la fase de clasificación se desarrolló sin sorpresas y los favoritos lograron la clasificación.
Nuevo balón
El formato del torneo fue idéntico al de Italia’34 y el sorteo de los octavos de final dejó una imagen para la historia: Yves Rimet, nieto del presidente de la FIFA, fue el encargado de sacar las bolas que contenían las diferentes selecciones participantes en el torneo, tal y como se puede ver en la foto que acompaña a este párrafo.
Por su parte, el balón si que sufrió varias modificaciones e innovaciones. Los argentinos Antonio Tossolini, Juan Valbonesi y Luis Polo inventaron el primer esférico sin tiento. Incorporaron una cámara con válvula a la pelota, que se hinchaba por inyección. Este avance fue especialmente positivo para los jugadores, que por fin podían rematar sin miedo a dañarse la cabeza.
Hasta nueve ciudades francesas participaron en el evento: París, El Havre, Lille, Marsella, Antibes, Burdeos, Reims, Estrasburgo y Toulouse. La capital gala aportaba dos estadios: el Parque de los Príncipes y el Estadio Olímpico de Colombes (foto de arriba a la izquierda), donde se disputaría la gran final.
Octavos de final
La primera sorpresa no se hizo esperar. En el partido inaugural, Suiza, crecida por el apoyo del público francés, logró empatar contra Alemania, una de las favoritas del torneo. El partido de desempate se jugó cinco días más tarde y ahí fue donde los suizos remataron la faena tras remontar un 0-2 y dejar el marcado final en un 4-2.
Por su parte, Francia logró una brillante victoria frente a Bélgica, Hungría arroyó a la cenicienta del torneo, las Indias Holandesas, Checoslovaquia tuvo que esperar a la prórroga para poder eliminar a Holanda, Cuba se erigió como la revelación del campeonato tras ganar a Rumanía en el encuentro de desempate e Italia sufrió más de la cuenta ante Noruega.
Pero la eliminatoria más espectacular la protagonizaron Brasil y Polonia, con victoria final para los suramericanos por 6-5 tras 120 minutos de fútbol en estado puro. Leônidas (foto de la derecha), que a la conclusión del torneo fue elegido mejor jugador del campeonato, llegó a marcar un gol descalzo, mientras que Ernest Wilimowski logró cuatro de los cinco goles de su equipo.
Cuartos de final
Suecia salió a escena en los cuartos de final, ya que en octavos debía enfrentarse a Austria, que no pudo participar en el torneo debido a la invasión alemana. Su rival fue Cuba, que agotada por su desempate frente a Rumanía, nada pudo hacer. Los nórdicos ganaron 8-0, con Andersson y Wetterstrüm como estrellas. Ambos marcaron tres goles.
La anfitriona cayó eliminada ante Italia y un gran Piola (foto de la izquierda), que con sus goles estaba resultando decisivo para los transalpinos. Hungría ganó 2-0 a Suiza y Brasil tuvo que recurrir al partido de desempate para eliminar a Checoslovaquia. Leônidas volvió a ser clave para los brasileños en una eliminatoria en la que el buen fútbol se dejó de lado para dar paso a dos encuentros excesivamente violentos.
Semifinales y final
Hungría volvió a mostrar su mejor versión futbolística y pasó por encima de una selección sueca superada por el poderoso ataque rival. De esta forma se plantó como el rival más temible para Italia, que en la otra semifinal eliminó fiel a su estilo a una confiada selección brasileña. Brasil se hizo con el bronce tras vencer por 4-2 a Suecia.
París contempló como Italia se consagraba como el mejor equipo del mundo el 19 de junio. Hungría no alcanzó el nivel exhibido durante el resto del torneo y los transalpinos basaron su éxito en la fortaleza defensiva y en los goles de Silvio Piola, máxima figura de los italianos. De esta forma, Vittorio Pozzo (foto de la derecha) se convirtió en el primer y único seleccionador de la historia en conquistar dos Copas del Mundo.
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