Sexo, drogas y rock 'n' roll

Que cierren los ojos todos aquellos que se consideren castos y puritanos, los curas y las monjas, los abstemios y los pulcros en lenguaje que detestan los tacos o todas esas palabras guarras que tienen algo que ver con el verbo copular o los genitales. Cierren los ojos porque lo que viene a continuación no es apto para menores de 18 años. Cierren los ojos porque me dispongo a comentar la serie más picante de la televisión, cuyo nombre, Californication, no deja lugar a dudas. Y si estas persisten, se evaporan en el momento que uno ve los cinco primeros minutos de un piloto vibrante, gracioso y lleno de alcohol, drogas y sexo.

Teniendo en cuenta que acabo de devorar la quinta temporada, ese primer episodio me queda ya bastante lejos, pero puedo asegurar que es un fiel reflejo de lo que vamos a encontrar a lo largo de toda la serie, ya que las críticas más puritanas no han conseguido apaciguar las ansias de sexo de Hank Moody, un escritor de éxito, sarcástico y bastante inteligente que se muda a una hipócrita y falsa California para recuperar al amor de su vida y a su hija. Su capacidad para verse metido en líos de faldas, alcohol y drogas es asombrosa, pero en realidad se trata de un romántico más que huye de los problemas con la ayuda de cualquier vicio al alcance de la mano.

Todo ello le convierte en un personaje bastante atractivo para hombres y mujeres, aunque por diversos motivos, un hecho que traslada a la historia: decepciona una y otra vez a sus seres queridos, pero estos siempre terminan perdonándole por su gran corazón y, sobre todo, porque le necesitan a su lado. En definitiva, una serie adulta que rompe con las reglas de la castidad y que se apoya en el encanto de su personaje principal, en una serie de secundarios de lo más curiosos como Runkle, en una gran cantidad de diálogos ingeniosos, graciosos y sarcásticos en donde los tacos están a la orden del día, en un guión sencillo pero cautivador y adictivo, en su humor negro y en un mundo de sexo, drogas y rock 'n' roll. El paraíso para muchos; el mismo infierno para otros. Una serie de éxito que no deja indiferente ni al más vicioso ni al más santo.

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