Mi carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Sé que este día tan señalado ha llegado a su fin, pero lo que yo voy a pediros no es material. Claro está que me gustaría que me regalarais un boleto premiado del Euromillón, o en su defecto uno de la Bonoloto, lo suficiente como para tener resuelta toda mi vida. Pero soy consciente de que no habré sido el único en haceros tal petición, así que me uno a las voces que os ruegan que la crisis económica de nuestros días llegue a su fin. Ni siquiera eso, me conformaría incluso con que la cosa mejorara y, si no es mucho pedir, una ligera subida de sueldo. Sé que es complicado por el nivel de los políticos de hoy en día, no sólo los de España, pero, por favor, iluminad esas bombillitas fundidas que tienen sobre sus cabezas y atad las manos de aquellos que no tienen ningún reparo en coger lo que no es suyo e intentan escaquearse de la Ley como si no tuvieran nada que llevarse a la boca.

Por supuesto, no hace falta decir que nos aviséis en el momento, si llega el caso y ojalá no sea así, que los que han asesinado en España durante décadas vuelvan a replantearse hacer lo único que saben hacer: matar. Y esa desconfianza nace de los precedentes que ya hemos vivido y del hecho de que ese proceso de paz lo llevan a cabo aquellos a los que me he referido antes y cuyas bombillas no dan ni una pizca de luz. Es un tema muy delicado, en el que nos jugamos mucho, así que una vez más, por favor, estad atentos. Lo de pedir la paz en el mundo, además de sonarme a concurso de belleza, ya me parece que escapa de vuestros poderes, aunque por intentarlo que no quede.

Como español y amante del deporte que soy, me gustaría que nuestra selección volviera a ganar la Eurocopa, que Nadal, Alonso y nuestros motoristas recuperaran el número uno, que Gasol y compañía conquistaran de nuevo Estados Unidos, que dejen en paz de una vez a Contador y gane de nuevo el Tour, que Noah se harte de escuchar una y otra vez nuestro himno, que superemos las medallas de Barcelona’92 y que todos nuestros deportistas arrasen allá donde vayan, pero sobre todo os pido una cosa: la supervivencia del Real Zaragoza, como fiel aficionado y como profesional que dependo de ello. Si ya de paso encontráis un jeque al que le salgan billetes de 500 euros por las orejas, mejor que mejor, aunque vuelvo a conformarme con la salida definitiva de Agapito Iglesias y una permanencia que cada día está más complicada.

Pero por delante de todas estas cosas os pido salud para mí, para todos mis seres queridos y para todos aquellos que dedican parte de su tiempo en leen este blog. Gracias a ellos he alcanzado las 5.000 visitas, que no son muchas pero tampoco pocas. Feliz año a todos ellos y por supuesto a sus Majestades de Oriente.

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