Uruguay 1-1 Ghana
¿Quién no ha sido alguna vez en su infancia portero-delantero? Por si alguien no sabe a qué me refiero, se trata de una demarcación en la que el portero es un jugador de campo más e incluso llega al área rival para marcar un gol. Una demarcación muy común en los recreos y en las pachangas, y que guardametas como Chilavert, Prats o Palop lo han trasladado al fútbol profesional. Lo que hizo Luis Suárez en el Uruguay-Ghana ya no es tan habitual. El delantero se puso durante un segundo el disfraz de portero para evitar un gol cantado de los africanos en el último segundo de la prórroga. Penalti, expulsión y lágrimas. Uruguay era una especie de condenando a muerte que se encontraba en la silla eléctrica a la espera de un milagro en forma de llamada telefónica anulando su ejecución. Y el milagro llegó. Dios o lo que sea se encargó de ello. El Loco Abreu hizo el resto.
¿Quién no ha sido alguna vez en su infancia portero-delantero? Por si alguien no sabe a qué me refiero, se trata de una demarcación en la que el portero es un jugador de campo más e incluso llega al área rival para marcar un gol. Una demarcación muy común en los recreos y en las pachangas, y que guardametas como Chilavert, Prats o Palop lo han trasladado al fútbol profesional. Lo que hizo Luis Suárez en el Uruguay-Ghana ya no es tan habitual. El delantero se puso durante un segundo el disfraz de portero para evitar un gol cantado de los africanos en el último segundo de la prórroga. Penalti, expulsión y lágrimas. Uruguay era una especie de condenando a muerte que se encontraba en la silla eléctrica a la espera de un milagro en forma de llamada telefónica anulando su ejecución. Y el milagro llegó. Dios o lo que sea se encargó de ello. El Loco Abreu hizo el resto.
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