Chile 1962: El fútbol recupera a un país en ruinas

Cuadro de honor

-Campeón: Brasil
-Subcampeón: Checoslovaquia
-Tercero: Chile
-Cuarto: Yugoslavia
-Mejor jugador: Garrincha (Brasil)
-Máximo goleador: Albert (Hungría), Ivanov (URSS), Garrincha y Vavá (Brasil), Leonel Sánchez (Chile) y Jerkovic (Yugoslavia), con 4 goles


Trágico terremoto

El 21 de mayo de 1960 Chile vivió una de las mayores catástrofes de su historia. Un terremoto sacudió brutalmente gran parte de su territorio. Algunos volcanes en erupción y varios tsunamis devastaron un área de 400.000 kilómetros cuadrados. Más de dos millones de personas se vieron afectados por la tragedia y el país se encontraba arrasado, por lo que la celebración del torneo corrió grave peligro. Finalmente se obró el milagro y el Mundial se celebró con éxito dos años más tarde.


Balón de Adidas

Los balones empleados en el torneo experimentaron una nueva evolución es sus características. Se creó un balón con mayor número de piezas, que le permitió adquirir una forma más esférica. Adidas insertó por primera vez su nombre en la superficie de la pelota, a la que bautizó con el nombre de Santiago.

Hasta 56 selecciones se inscribieron en la fase de clasificación, récord por aquel entonces. Italia, Uruguay y España regresaron al Mundial, mientras que Suecia y Francia, segunda y tercera hace cuatro años, quedaron eliminadas.

Cuatro ciudades fueron las encargadas de organizar el campeonato: Viña del Mar, Arica, Rancagua y Santiago de Chile, donde se disputaría la final en el Estadio Nacional (foto de la derecha), con capacidad para 66.000 espectadores. Por su parte, las federaciones acordaron diversos preceptos para llevar a cabo el sorteo de la primera fase, como colocar a las cuatro selecciones más débiles en grupos diferentes.


Primera fase

La primera fase confirmó la decadencia de las dos bicampeonas: Italia y Uruguay. Ambas selecciones se hundieron en sus propios errores. La fortaleza de Alemania y la Unión Soviética, la habilidad yugoslava y la garra chilena triunfaron sobre el conformismo y la mediocridad de las viejas triunfadoras.

La que sí que regresó a su mejor versión fue Hungría, que fue primera de grupo por encima de Inglaterra y Argentina, que una vez más quedó eliminada a las primeras de cambio. Al igual que España, que acusó la lesión de Di Stéfano (foto de la izquierda) y cayó derrotada frente a Checoslovaquia. En el siguiente encuentro se impuso a México y se tuvo que jugar la clasificación frente a Brasil. Adelardo adelantó a los españoles, pero los errores arbitrales (se sacó fuera del área un penalti clarísimo y la posterior falta acabó en gol pero el colegiado lo anuló sin motivo aparente) y la aparición de Amarildo y Garrincha mandaron a casa a un equipo que contaba en sus filas con Gento, Peiró, Del Sol, Puskas o Luis Suárez.

La mala noticia para Brasil y para el torneo fue la lesión de Pelé, que sufrió un problema muscular al lanzar una falta en el segundo partido frente a Checoslovaquia. Era el jugador del momento y el líder de su selección, pero ese fue su último encuentro en tierras chilenas. La canarinha superó su ausencia con la aparición de un desconocido Amarildo (foto de arriba a la derecha) y la ascensión al primer plano de un magnífico Garrincha.


Cuartos de final

Ya en cuartos, Scherer le dio el triunfo a Checoslovaquia frente a Hungría, el yugoslavo Radakovic hizo lo propio contra Alemania y Chile propició la gran sorpresa del campeonato al imponerse por 2-1 a la Unión Soviética del mítico guardameta Yashin (foto de la izquierda), que era la actual campeona de Europa. Por su parte, Garrincha protagonizó una de las mayores exhibiciones ofrecidas por un jugador en la historia de la Copa del Mundo y guió a Brasil hacia las semifinales a costa de Inglaterra.


Semifinales y final

La FIFA decidió a última hora que los dos equipos americanos y los dos europeos se enfrentasen entre sí para que la final fuese un Europa-América. Brasil se sobrepuso a un pésimo arbitraje y realizó una brillante actuación frente a Chile, a la que ganó por 4-2. Por su parte, Checoslovaquia se metió en la final tras imponerse por 3-1 a Yugoslavia, en una semifinal que únicamente registró 6.000 espectadores. Los locales lograron el tercer puesto con un gol de Rojas en el último minuto.

Checoslovaquia golpeó primero en la final gracias a un gol de Masopust, pero Brasil, guiado por Garrincha (foto de la derecha), el mejor jugador del torneo, impuso el jogo bonito y se hizo con su segundo Mundial de forma consecutiva gracias a los goles de Amarildo, Zito y Vavá. La habilidad y el talento reinaron una vez más sobre la fuerza.

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