Italia 1934: Primer Mundial europeo con el fascismo de Mussolini de fondo

Cuadro de honor

-Campeón: Italia
-Subcampeón: Checoslovaquia
-Tercero: Alemania
-Cuarto: Austria
-Mejor jugador: Giuseppe Meazza
-Máximo goleador: Oldrich Nejedlý (Checoslovaquia), con 5 goles.


Mussolini y el régimen fascista

En 1932 la FIFA decidió que la Segunda Copa del Mundo tuviera lugar en Italia. El gobierno fascista de Benito Mussolini (foto de la izquierda) vio en ello la ocasión perfecta de demostrar al mundo los progresos socioeconómicos tras doce años de régimen y tiró la casa por la ventana en cuanto a organización.

Por supuesto, la victoria de la selección transalpina en su Mundial fue considerada una cuestión de Estado, por lo que se contó con un equipo de primer nivel, reforzado con varios oriundi suramericanos, hijos de italianos, como Orsi, Monti, Guaita, Demaría y Guarisi. Además, contaron con varios arbitrajes favorables, originando grandes escándalos.


Nuevo formato

Hasta 32 selecciones se inscribieron en el Mundial, por lo que hubo que recurrir a una serie de eliminatorias para dejar en 16 el número de equipos participantes. De esta fase previa no se libró ni Italia, siendo la única anfitriona en la historia de la Copa del Mundo que no tenía asegurada su presencia en el torneo.

Por su parte, el formato del campeonato se vio modificado. Fue el único Mundial, junto al de Francia’38, en el que no hubo liguillas y todas las eliminatorias fueron a partido único. En caso de empate se recurría a la prórroga y si éste persistía, se organizaría un segundo encuentro de desempate un día más tarde.

Lo que no fue modificado respecto al Mundial de Uruguay fue el balón del torneo. Era de cuero, de color marrón oscuro, hecho con piezas casi rectangulares y costuras exteriores. Por su parte, ocho ciudades acogieron el campeonato: Roma, Milán, Turín, Nápoles, Génova, Florencia, Bolonia y Trieste, siendo la final en el Estadio Nacional del Partido Nacional Fascista de la capital.


Renuncia de Uruguay

La renuncia de Uruguay a consecuencia del desprecio europeo de 1930 restó brillantez al Mundial. Fue una decisión histórica, ya que ha sido la única vez en la historia de la Copa del Mundo que el último campeón no ha podido defender título.

Además de Uruguay, Argentina y Brasil estuvieron a punto de no acudir por tener que jugar un partido de clasificación frente a Chile y Perú, respectivamente. De hecho, la albiceleste llegó a presentar su renuncia, pero Chile también decidió no acudir y a última hora Argentina aprovechó el puesto vacante.


Octavos de final

El Mundial se inauguró en Roma con una goleada de Italia sobre Estados Unidos por 7-1. Ese mismo día se disputaron todos los encuentros de octavos de final. Alemania venció a Bélgica gracias a tres goles de Conen, Austria tuvo que sufrir para batir a Francia en la prórroga, el goleador Nejedlý le dio la victoria a Checoslovaquia en su partido contra Rumanía, España, que había superado la fase de clasificación con comodidad ante Portugal, ofreció una gran imagen al eliminar a Brasil por 3-1, Hungría no tuvo piedad de Egipto, Suecia sorprendió a Argentina y Suiza ganó a Holanda con dos goles de Kielholz, que jugaba con gafas.


Cuartos de final

Los ocho equipos que llegaron a cuartos de final eran europeos. Checoslovaquia eliminó a Suiza gracias a un gol de Najedlý a falta de ocho minutos para la conclusión del encuentro, Austria se impuso a Hungría por 2-1 y Hohmann fue decisivo para la selección alemana. Pero la mejor eliminatoria la protagonizaron España e Italia.

Sobre el césped del Giovanni Berta de Florencia, estas dos selecciones ofrecieron un doble enfrentamiento que pasó a la historia del fútbol como uno de los duelos más dramáticos de la Copa del Mundo. Hasta dos partidos fueron necesarios para conocer al vencedor. En el primero de ellos, Regueiro adelantó a los españoles, pero Ferrari empató al filo del descanso. El resultado ya no se iba a mover más, incluso en la prórroga, por lo que al día siguiente se tuvo que disputar un encuentro de desempate.

España encaró este partido con siete bajas, entre ellos Zamora (foto de la izquierda), que acabó el primer choque con dos costillas rotas. Los españoles se quejaron a la conclusión del mismo de la labor arbitral y del juego violento de los locales, pero ni caso. De hecho, en el segundo encuentro se anularon dos goles legales a Regueiro y Quincoces, por no hablar del gol de Meazza, en el que se reclamó falta sobre el guardameta Nogúes. Italia ganó 1-0 y se clasificó para semifinales.


Semifinales y final

Austria había llegado al Mundial con la mejor selección de su historia, el denominado Wunderteam, pero se encontraron con la fortaleza italiana en semifinales, que cortó con un 1-0 su excelente progresión. En el otro partido, Nejedlý (foto de la derecha) guió a Checoslovaquia frente a Alemania con tres goles, lo que le confirmaba como máximo goleador del torneo. La selección germana acabaría tercera tras ganar a Austria en el encuentro por el tercer y cuarto puesto.

En la final, Puc se encargó de meter el miedo en la hinchada italiana con un gol en el minuto 71, pero Orsi llevó el partido a la prórroga. A los cinco minutos del tiempo suplementario, Schiavo logró el 2-1, un gol que proclamaba campeones del mundo a los italianos. Como premio, Mussolini nombró a los futbolistas Comendadores al mérito deportivo, mientras que Giuseppe Meazza (foto de la izquierda) fue nombrado mejor jugador del campeonato.

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