Basada en una historia real, Moneyball: Rompiendo las Reglas nos muestra la historia de Billy Beane, mánager de los Atleticos de Oakland de béisbol, que tras perder el partido decisivo en 2001 tiene que reconstruir un equipo que ha perdido a sus tres mejores jugadores con la dificultad añadida de que cuenta con un presupuesto infinitamente inferior al del resto de los equipos de la categoría. Ante este panorama, Beane se adentra en la búsqueda de una fórmula, por muy original que sea, que le permita formar un equipo competitivo, una búsqueda que llega a su fin cuando conoce a Peter Brand, un joven economista amante del béisbol que califica el valor de los jugadores en base a sus estadísticas, dejando a un lado los estereotipos, la edad, los defectos técnicos o su precio en el mercado. Un método que adopta Beane con la intención de fichar a precio de saldo sin que ello merme el potencial de los Atléticos de Oakland.
Por tanto, la película se adentra en las negociaciones y en los despachos de un equipo profesional: el desprecio de todos aquellos ojeadores o técnicos hacia la persona que desea innovar en un trabajo que llevan ejerciendo toda la vida, el pánico de los jugadores y del propio mánager a fallar o ser despedidos, las luchas internas entre los deseos del entrenador y del gerente del club, las artimañas utilizadas en las negociaciones para que éstas lleguen a buen puerto, las preocupaciones familiares de los protagonistas o la presión a la que le someten los medios de comunicación.
Los guionistas Steven Zaillian (American Gangster) y Aaron Sorkin (La Red Social) crean una película muy intensa, cuya única pega es que en países donde no está muy arraigado el béisbol, tal y como sucede en España, el espectador puede perderse en los diálogos, ya sea por el vocabulario técnico o por el desconocimiento de los equipos o los jugadores. A pesar de ello, el resultado es una obra muy recomendable para los amantes del deporte y de juegos como el Football Manager, pero también para cualquiera que desee pasar un buen rato con una historia conmovedora e inteligente y la actuación de la pareja Brad Pitt y Jonah Hill, que aportan esa dosis de humor siempre bien recibida y una extraordinaria interpretación, propia de una de las mejores películas deportivas de la historia.
(Título: Moneyball: Rompiendo las Reglas; Director: Bennett Miller; Reparto: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright Penn, Chris Pratt, Kathryn Morris, Tammy Blanchard, Glenn Morshower, Erin Pickett, Sergio Garcia y Jack McGee; Género: Drama; Premios: seis nominaciones a los Oscar en 2012 –película, guión adaptado, montaje, actor [Brad Pitt], actor de reparto [Jonah Hill] y sonido-, un Critics Choice Adwards al mejor guión adaptado y dos premios del Círculo de Críticos de Nueva York al mejor guión y al mejor actor; Valoración: 7,5)
Por tanto, la película se adentra en las negociaciones y en los despachos de un equipo profesional: el desprecio de todos aquellos ojeadores o técnicos hacia la persona que desea innovar en un trabajo que llevan ejerciendo toda la vida, el pánico de los jugadores y del propio mánager a fallar o ser despedidos, las luchas internas entre los deseos del entrenador y del gerente del club, las artimañas utilizadas en las negociaciones para que éstas lleguen a buen puerto, las preocupaciones familiares de los protagonistas o la presión a la que le someten los medios de comunicación.
Los guionistas Steven Zaillian (American Gangster) y Aaron Sorkin (La Red Social) crean una película muy intensa, cuya única pega es que en países donde no está muy arraigado el béisbol, tal y como sucede en España, el espectador puede perderse en los diálogos, ya sea por el vocabulario técnico o por el desconocimiento de los equipos o los jugadores. A pesar de ello, el resultado es una obra muy recomendable para los amantes del deporte y de juegos como el Football Manager, pero también para cualquiera que desee pasar un buen rato con una historia conmovedora e inteligente y la actuación de la pareja Brad Pitt y Jonah Hill, que aportan esa dosis de humor siempre bien recibida y una extraordinaria interpretación, propia de una de las mejores películas deportivas de la historia.
(Título: Moneyball: Rompiendo las Reglas; Director: Bennett Miller; Reparto: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright Penn, Chris Pratt, Kathryn Morris, Tammy Blanchard, Glenn Morshower, Erin Pickett, Sergio Garcia y Jack McGee; Género: Drama; Premios: seis nominaciones a los Oscar en 2012 –película, guión adaptado, montaje, actor [Brad Pitt], actor de reparto [Jonah Hill] y sonido-, un Critics Choice Adwards al mejor guión adaptado y dos premios del Círculo de Críticos de Nueva York al mejor guión y al mejor actor; Valoración: 7,5)
Si no te gusta ningún tipo de deporte, o eres del género femenino, no se te ocurra verla porque te quedarás dormido cómo las 3 mujeres que tenía delante. La peli está bien, pero 2 horas hablando de béisbol, puede resultar pesada para muchos.
ResponderEliminarMi nota: 6
Está claro que a la hora de elegir una película tienes que tener en cuenta tres cosas: tus gustos, cuánto te gusta el cine y tu estado físico y anímico. Esas tres mujeres de las que hablas seguro que no se pararon a pensar en ello y simplemente se dejaron llevar por la presencia de Brad Pitt -por su calidad como actor, no por lo guapo que pueda ser, que también podría ser el caso-. Está claro que si nos les gustaba el deporte o son unas mujeres a las que si les sacas de la típica película romanticona ya no les gusta -es a lo que voy con lo de cuánto te gusta el cine porque en ese caso no les gusta el cine, sino un género independientemente de si la peli es buena o mala-, estaba claro que cabía la posibilidad de quedarse dormidas. También podría ser que estuvieran cansadas tras una dura jornada de trabajo.
ResponderEliminarUno tiene que saber lo que va a ver, sino pasa lo que pasa y se termina diciendo que Independence Day es una pésima película porque es una americanada y surrealista. ¿Qué esperan? ¿Que sean los franceses los que salvan el planeta siendo una producción de Hollywood? ¿Acaso el objetivo de esa peli no es entretener gracias a la acción y los efectos especiales? ¿Lo consigue? Es mi caso sí, así que la considero una buena película.
Está claro que si detestas el deporte mejor no veas Moneyball. Y eso que es una película de deportes sin ser una película absolutamente de deportes, ya que únicamente se centra en los despachos -hay escasas escenas de partido-, en las negociaciones. Sí, sobre un deporte, pero no deja de ser una forma más de negociación como la existente en la política o en la economía.
Moneyball tiene más de El Ala Oeste que de Rocky. Es evidente que si no puedes oír ni hablar de política, te aborrecerá El Ala Oeste -también de Sorkin-, pero eso no quiere decir que no sea una de las mejores series de la historia, al igual que el hecho de no gustarte Moneyball no implica que no sea una de las mejores películas deportivas de la historia.
Quizás a la que más se asemeje sea a Un Domingo Cualquiera, aunque esta última tiene un ritmo mucho más trepidante y también se centra en el juego, lo que implica captar una mayor atención del público no amante del deporte o femenino. Algo que parece incoherente, ya que la que más se centra en el juego es más entretenida incluso para aquellos que no les gusta el deporte. La razón está en que el juego siempre es más divertido que lo que pasa en los despachos. El juego es rápido y pasan muchas cosas; las negociaciones son lentas y son de una en una.
Pero aun así, nosotros fuimos tres al cine, un chico y dos chicas, y ninguno de los tres somos unos apasionados del béisbol, como sucederá con la mayoría de los españoles, pero nos gustó la película a los tres. Y detrás de nosotros también había un gurpo con mujeres y les gustó -no paraban de comentar cada escena y se les oía aunque uno no quisiera-. Así que mi consejo es el sigiente: si te gusta el deporte o los juegos como el Football Manager, la tienes que ver sí o sí, tal y como dije en el artículo. Si no te gusta el deporte, preguntaté a ti mismo cuánto te gusta el cine y qué géneros y temas eres capaz de aguantar. Si la respuesta es positiva, no vayas tras una dura jornada de trabajo o en un estado de ánimo bajo. En ese caso es mejor que te quedes en casa viendo American Pie o Jungla de Cristal. Este último consejo debería valer para todos, al igual que el siguiente: tenéis que ver las películas sin una idea preconcebida, ya que si vas con la idea de que va a ser mala es muy difícil que cambies de opinión y si vas con la idea de que es muy buena es probable que no se cumplan tus expectativas. Las críticas sólo deben serviros como base para contestar a esas tres preguntas antes de decidir qué película ver.
Acabo de darme cuenta de que había un error en la valoración. Es de 7,5 y no de 8 como había puesto
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