Historia de los Juegos Olímpicos: México 1968

México organizó en 1968 los primeros Juegos Olímpicos en una nación hispanohablante y en vías de desarrollo. Su elección generó bastante polémica, tanto por los gastos exigidos sin ser un país rico como por la altitud de su capital, situada a 2.240 metros sobre el nivel del mar, lo que podría favorecer algunos resultados y poner en riesgo la salud de algunos atletas. El contexto político llevaba consigo más problemas: la guerra de Vietnam, la invasión de Checoslovaquia por parte de la Unión Soviética y las consecuencias del Mayo francés, que estuvieron a punto de poner en peligro la celebración de los Juegos, ya que el ejército reprimió a tiros una manifestación juvenil contra la corrupción gubernamental, causando más de ochenta muertos en la Plaza de las Tres Culturas. Finalmente, el pebetero fue encendido por primera vez en la historia por una mujer, la mexicana Enriqueta Basilio, considerada por aquel entonces la mejor deportista del país anfitrión. Las dos Alemanias compitieron en equipos diferentes y por primera vez se hicieron controles antidopaje y de sexo a los atletas.

Estadio Olímpico Universitario.
Logo de México 1968.


Los Juegos tuvieron lugar del 12 al 27 de octubre y en ellos tomaron parte 5.530 deportistas de 112 países bajo un programa de 20 deportes. Algunos países amenazaron con no ir por la invasión de la URSS y algunos atletas negros se negaron a participar al sentirse discriminados por su país de origen, como fue el caso de Kareem Abdul-Jabbar, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos. Los problemas de segregación racial en Estados Unidos y el asesinato de Martin Luther King provocaron que varios deportistas negros del país norteamericano reclamaran sus derechos civiles y realizaran acciones de protesta como dar la espalda a su bandera, bajar la cabeza cuando sonaba el himno durante la ceremonia de entrega de medallas o levantar el puño cerrado en alto enfundado en un guante negro en el pódium. Algunos de ellos fueron expulsados de la Villa Olímpica, pero su mensaje llegó al mundo y México 1968 será siempre recordado como los Juegos del Black Power.

Black Power.

Bob Beamon.

Hasta 22 récords del mundo se batieron en atletismo y algunos de ellos perdurarían durante mucho tiempo: el de Lee Evans en 400 metros duró 19 años y el del equipo de Estados Unidos en 4x400 metros, 22, pero el más impresionante fue el logrado por Bob Beamon en salto de longitud. El atleta estadounidense saltó 8,90 metros, pulverizando el antiguo récord del mundo en algo más de medio metro y cuando hasta la fecha su mejor marca era de 8,33 metros. Incluso pasó dificultades para clasificarse para la final, pero su hazaña, denominada el salto del siglo, es una de las más recordadas de la historia de los Juegos Olímpicos. Hasta lo jueces tardaron más de la cuenta en anunciar la marca porque no contaban con sistemas de medición que llegaran tan lejos. El récord de Beamon, que tras México 1968 ya no volvió a saltar por encima de los ocho metros, perduró 23 años, hasta que en el Mundial de Tokio, en 1991, primero fue batido por Carl Lewis y a continuación por Mike Powell.

Jim Hines.
Dick Fosbury.

El atletismo contó con otros tres protagonistas estadounidenses. Jim Hines fue el primer hombre en correr los 100 metros por debajo de los diez segundos, Al Oerter ganó su cuarto oro consecutivo en lanzamiento de disco y Dick Fosbury revolucionó el salto de altura con una técnica innovadora, ya que fue el primer atleta en saltar de espaldas. En un primer momento desató la risa de los presentes, pero acabó conquistando el oro y su estilo es el que actualmente se emplea. Lo más curioso es que se retiró tras México 1968 con tan solo 21 años de edad. En gimnasia, la checa Věra Čáslavská, que había sido perseguida por ser opositora al gobierno impuesto por la Unión Soviética, ganó cuatro oros y dos platas, se metió al público en el bolsillo al ejecutar el ejercicio de suelo con música mexicana y se casó en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México con su compatriota y atleta Josef Odlozil. España regresó de vacío por segunda vez consecutiva y Estados Unidos se impuso en el medallero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario