Historia de los Juegos Olímpicos: Tokio 1964

Los Juegos Olímpicos llegaron por primera vez al continente asiático en 1964. Tokio no pudo organizar la edición de 1940 como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, pero 24 años después le llegó la oportunidad. Los japoneses no repararon en gastos: la inversión total alcanzó los 3.000 millones de dólares, de los cuales, 1.800 fueron destinados a la reconstrucción de Tokio, que se convirtió en una de las ciudades más modernas del mundo. Los obreros, organizados en cuatro turnos ininterrumpidos, reedificaron la capital de Japón, dotándola de las más modernas infraestructuras existentes: una red de autopistas, un monorraíl aéreo que unía el aeropuerto con el centro y un nuevo trazado para casi todo el casco urbano.

Estadio Olímpico de Tokio.
El último relevo de la antorcha dentro del Estadio Olímpico de Tokio lo hizo el atleta Yoshinari Sakai, apodado el bebé de Hiroshima por haber nacido el día del lanzamiento de la bomba atómica. Esta edición de los Juegos Olímpicos se celebró del 10 al 24 de octubre y en ella tomaron parte 5.151 atletas de 93 países que compitieron en 19 deportes diferentes. Por primera vez entraron en el programa olímpico el voleibol, convirtiéndose en el primer deporte de equipo femenino -el oro fue para Japón-, y el judo, que era considerado el deporte nacional del país anfitrión. Así se explica que cuando el héroe local Kaminaga fue derrotado por el holandés Anton Geesink, se produjera más de un suicidio.

Anton Geesink.
Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron los primeros en televisarse a color y en directo para todo el mundo vía satélite. También fue la primera vez que se utilizó la cámara lenta y las computadoras para registrar los tiempos exactos en las competiciones. Al margen de la tecnología, el protagonismo recayó sobre la natación. En categoría masculina se batió el récord del mundo en ocho de las diez pruebas, mientras que en féminas, la australiana Dawn Fraser ganó los 100 libres por tercera vez consecutiva, cerrando una brillante trayectoria olímpica con cuatro oros y cuatro platas.

Věra Čáslavská.
En gimnasia volvió a brillar con luz propia Larissa Latynina con dos oros, dos platas y dos bronces, alcanzando la cifra de 18 medallas olímpicas, un récord que persiste en nuestros días. La checa Věra Čáslavská no esperó para cogerle rápidamente el testigo y se hizo con tres oros y una plata. Por su parte, el soviético Boris Shakhlin añadió un oro, dos platas y un bronce a su colección de trece medallas olímpicas, convirtiéndose en el deportista masculino con más preseas en la historia de los Juegos hasta que Nikolai Andrianov lograra su 14º y 15º metal en 1980.

Vyacheslav Ivanov.
El etíope Abebe Bikila volvió a ganar la maratón. Esta vez no lo hizo descalzo, aunque sólo seis semanas después de ser operado de apendicitis. El estadounidense Bob Hayes logró el oro en los 100 metros en diez segundos, igualando el récord del mundo de la época, mientras que su compatriota Billy Mills se impuso en los 10.000 metros. Por su parte, el soviético Vyacheslav Ivanov ganó su tercer título olímpico consecutivo en remo, mientras que España no tuvo un papel destacado en esta edición y, además, el boxeador Valentín Loren agredió al árbitro de uno de sus combates. Estados Unidos volvió a lo más alto del medallero tras las victorias de la Unión Soviética en 1956 y 1960.

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