Historia de los Juegos Olímpicos: Berlín 1936

Barcelona era la gran favorita para adjudicarse los Juegos Olímpicos de 1936, pero la proclamación de la República asustó a los miembros más conservadores del COI y Berlín fue elegida sede casi dos años antes del nombramiento de Hitler como Canciller. Hubo muchas protestas por las políticas antisemitas del III Reich e incluso Estados Unidos realizó un intento de boicot, pero acabó participando tras la promesa de Alemania de incluir atletas judíos en su equipo -finalmente sólo seleccionaron a la tiradora Helene Mayer-. Durantes las fechas olímpicas, del 1 al 16 de agosto, se interrumpieron las persecuciones y al menos en Berlín se eliminó la propaganda antisemita.

Olympiastadion.
Hitler aprovechó el evento para demostrar al mundo la magnificencia del nazismo y encargó un elaborado programa de difusión al ministro de propaganda Joseph Goebbes, quien a su vez encargó la puesta en escena de la ceremonia de apertura a Albert Speer y la supervisión y filmación a la fotógrafa Leni Riefenstahl, debutando de esta manera la televisión en unos Juegos Olímpicos, aunque fuera en circuito semicerrado para pantallas públicas.

Logo de Berlín 1936.
También se construyeron el Olympiastadion, con capacidad para 110.000 espectadores, una enorme serie de instalaciones secundarias y una Villa Olímpica de 110 edificios. Se trató de acentuar la vinculación de los Juegos a la Grecia Olímpica para vincular de la misma manera a esta última con la Alemania Nazi y como muestra del poderío alemán, el celebre dirigible Hindenburg sobrevoló el estadio en la ceremonia de apertura unos minutos antes de la llegada de Hitler. Finalmente, 4.066 deportistas de 49 países -España no envió delegación al verse inmersa en plena Guerra Civil- compitieron en 19 deportes diferentes y los Juegos de Berlín 1936 fueron considerados los mejor organizados hasta la fecha y la película que los inmortalizó, Olympia, marcó un antes y un después en el tratamiento de la imagen del deporte.

Jesse Owens.
La gran estrella fue el atleta negro Jesse Owens, que se proclamó campeón olímpico en 100, 200 y 4x100 metros y salto de longitud, igualando el récord de Alvin Zraenzlein de cuatro oros en atletismo en una misma edición de los Juegos -Carl Lewis se añadiría a este selecto club en Los Angeles 1984-. Existe el mito de que Hitler rehusó dar la mano a Owens, pero lo cierto es que el Führer sólo felicitó personalmente a los dos primeros campeones y a partir de entonces a nadie más, ni siquiera a los deportistas alemanes. El propio Owens afirma que cuando pasó frente al palco de honor, Hitler se levantó, saludó con la mano y él le devolvió la señal, y que más tarde recibió una felicitación oficial del gobierno alemán. Sin embargo, el presidente Franklin Roosevelt no invitó al atleta a la celebración en la Casa Blanca, llegando Owens a asegurar que sintió más racismo en Estados Unidos que en Alemania.

Rie Mastenbroek.
Otra de las leyendas urbanas es que los Juegos Olímpicos fueron un momento de humillación para el régimen nazi porque varios atletas negros ganaron un gran número de metales. En realidad no fue así, ya que el país anfitrión ganó más medallas que los demás países y Hitler quedó satisfecho con el resultado. Berlín 1936 también dejó otros momentos, como la actuación en hípica del militar alemán Konrad von Wangenheim con un brazo roto, o protagonistas, como el gimnasta alemán Konrad Frey, que conquistó tres oros, y la nadadora holandesa Rie Mastenbroek, ganadora de tres oros y una plata. Además, el baloncesto y el balonmano fueron incluidos en el programa olímpico.

Selección de fútbol de Perú.
La polémica se centró en el fútbol. Alemania y Perú se enfrentaron en cuartos de final y el partido llegó a la prórroga. La selección sudamericana terminó ganando por 4-2, a pesar de que le anularon tres goles en el tiempo extra. Austria pidió la revancha alegando que los aficionados peruanos habían irrumpido en el terreno de juego y que los jugadores del equipo contrario habían maltratado a los suyos incluso paseando una pistola por el campo. Perú fue notificada de esta situación y trató de ir a la reunión asignada, pero se retrasaron por un desfile alemán y no fueron escuchados, por lo que el COI y la FIFA decidieron repetir el encuentro. Como señal de protesta por estas acciones, las delegaciones olímpicas de Perú y Colombia se retiraron de los Juegos, mientras que las de Argentina, Chile, Uruguay y México expresaron su solidaridad con Perú.

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