Historia de los Juegos Olímpicos: Helsinki 1952

Los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 volvieron a batir nuevamente el récord de participación con 4.955 deportistas de 69 países que compitieron en 17 deportes desde el 19 de julio al 3 de agosto. También fue el regreso a la cita olímpica de Japón y Alemania, mientras que la URSS decidió participar por primera vez. Paavo Nurmi, ganador de nueve medallas olímpicas y al que no le dejaron competir en 1932 acusado de profesionalismo, fue el portador de la antorcha en la ceremonia de apertura. A Avery Brundage, nuevo presidente del COI e implacable perseguidor del profesionalismo, no le sentó nada bien este hecho, pero no le quedó más remedio que aceptarlo.

Estadio Olímpico de Helsinki.
Helsinki 1952 sorteó los problemas políticos de la época y los Juegos se celebraron con total normalidad. Hay que recordar que en aquellos años se vivían los momentos más críticos de la Guerra Fría, ya que las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaban en su peor momento como consecuencia de la Guerra de Corea, Alemania aún estaba dividida en zonas de ocupación y se proclamo la República Popular de China. En los Juegos compitieron por separado la RFA y el Protectorado de Sarre, mientras que la RDA no recibió invitación. Por su parte, el COI reconoció tanto el gobierno de la China Popular como el da la China Nacionalista, pero sólo los primeros aceptaron la invitación.

Logo de Helsinki 1952.
La organización de Helsinki 1952 fue perfecta y ayudó a asentar los Juegos Olímpicos. Se utilizó el Estadio Olímpico, que contaba con una torre de 72 metros de altura que ofrecía una visión panorámica de la ciudad, y se amplió su aforo hasta los 70.000 espectadores. También se construyó el aeropuerto internacional de Helsinki-Vantaa, una Villa Olímpica para 6.000 deportistas con sectores masculinos y femeninos y una secundaria  rodeada de alambres de espino y guardias para atletas soviéticos. El gobierno de la Unión Soviética quiso convertir los Juegos en una herramienta de propaganda, pero no quería contactos entres sus deportistas y los del mundo occidental. Sin embargo, en la final de lanzamiento de pértiga, el estadounidense Bob Richards felicitó a los competidores soviéticos, estos le devolvieron el saludo y a partir de ahí se rompió el hielo y los atletas de ambos bloques confraternizaron libremente, al menos en las canchas.

Emil Zátopek.
Helsinki 1952 pasó a ser la edición donde más récords olímpicos y mundiales se batieron, una marca que no fue superada hasta Pekín 2008. Estados Unidos dominó el medallero, mientras que el checo Emil Zátopek, apodado la locomotora humana, se convertía en el gran protagonista al imponerse en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros y maratón, donde nunca había competido antes. Además, su esposa Dana Zatopkova se alzó con el triunfo en el lanzamiento de jabalina. La danesa Lis Hartel, aquejada de polio, logró la primera medalla de una mujer en hípica, al ganar la plata en doma individual. Ya en gimnasia, la soviética Maria Gorokhovskaya consiguió medalla en las siete pruebas en las que participó -dos oros y cinco platas- y su compatriota Viktor Chukarin ganó cuatro oros.

Ferenc Puskás.
La Hungría de Puskás, Kocsis, Czibor o Bozsik, uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, ganó el torneo de fútbol, anticipando el subcampeonato mundial que lograría dos años más tarde. En cuanto a España, envió 27 deportistas, de los cuales, el policía Ángel León consiguió la medalla de plata en pistola libre. En Helsinki 1952 también debutó el gimnasta Joaquín Blume a sus 19 años. Con el tiempo se convirtió en uno de los mejores deportistas de la historia de España, pero su prematura muerte en un trágico accidente de avión le impidió coronarse en unos Juegos Olímpicos.

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