Historia de los Juegos Olímpicos: París 1924

Pierre de Coubertin quería sacarse la espina del fracaso que supuso París 1900 y prácticamente impuso la elección de la capital francesa como sede de los Juegos Olímpicos de 1924, alegando que próximamente se retiraría de la presidencia del COI. Esta nueva cita olímpica tuvo lugar del 4 de mayo al 27 de julio y en ella tomaron parte 3.089 atletas de 44 países, que compitieron en 17 deportes diferentes. Por primera vez en la historia se utilizó el eslogan olímpico Citius, Altius, Fortius, que traducido significa más rápido, más alto, más fuerte.

Estadio de Colombes.
Para las pruebas de atletismo y fútbol se edificó el Estadio de Colombes, con capacidad para 45.000 espectadores, y que posteriormente sería sede del Mundial de fútbol de 1938 y escenario de clausura del Tour de Francia durante varios años. También se construyó el primer precedente de Villa Olímpica, que consistía en una serie de barracones que no fueron muy populares entre los atletas. Las 136 mujeres participantes tuvieron que alojarse en otros lugares. De hecho, Estados Unidos hospedó a sus chicas a varios kilómetros de París para alejarlas de las tentaciones de la capital gala. Además, ésta fue la primera edición de los Juegos Olímpicos en la que se utilizó un logo propio.

Logo de París 1924.
Al igual que en Amberes 1920, Alemania tampoco tomó parte en los Juegos. Coubertin era partidario de su inclusión, pero acabó desistiendo de su empeño al convencerse de que el revanchismo francés tras la Primera Guerra Mundial podía causar grandes dificultades. Por su parte, Irlanda participó por primera vez como equipo independiente y España envió a 107 deportistas, destacando la presencia de las dos primeras mujeres, las tenistas Lili Álvarez, que alcanzó los cuartos de final en individuales, y Rosa Torras. La actuación de la delegación española fue discreta y no se obtuvieron medallas, aunque el equipo de polo y Santiago Amat, en la clase finn de vela, estuvieron a las puertas del podio al lograr ser cuartos.

Cartel de Carros de Fuego.
París 1924 quedó inmortalizado para siempre con la película Carros de Fuego (1981), que narra la historia de los británicos Eric Lidell y Harold Abrahams, campeones olímpicos en 400 y 100 metros, respectivamente. Pero ésta no fue la única incursión de la industria cinematográfica en estos Juegos, ya que el nadador estadounidense Johnny Weissmüller, ganador de tres oros en natación y un bronce en waterpolo, inició posteriormente su carrera como actor y fue considerado el Tarzán más popular del cine.

Paavo Nurmi.
Pero si por algo se caracterizó esta edición de los Juegos Olímpicos fue por la gran actuación de los finlandeses voladores, a pesar de que Estados Unidos dominó el medallero. Paavo Nurmi ganó los 1.500 y 5.000 metros, con una hora de diferencia entre ambas pruebas. También logró el oro en cross y en cross y 3.000 obstáculos por equipos, en los que también estuvo presente Ville Ritola, que a nivel individual fue campeón en los 10.000 metros y en los 3.000 obstáculos y segundo en los 5.000 metros y en cross. Albin Senroos coronó la gran actuación finlandesa con un oro en la maratón.

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